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Más de dos años después del inicio de la guerra en Ucrania, Moldavia sigue siendo el hogar de más de 100.000 refugiados ucranianos que huyeron del conflicto en busca de seguridad y refugio. Para muchos, como Iryna Mishina, este viaje representa una dolorosa separación de sus hogares, trabajos y seres queridos en la región de Donetsk. “No podemos ir a la región de Donetsk en este momento porque hay guerra. Es imposible vivir allí. No hay electricidad ni agua”, compartió Iryna, expresando su preocupación por su marido, Daniel, que sigue en la primera línea del conflicto. Iryna, junto con otras mujeres ucranianas refugiadas en Moldavia, encuentra consuelo y apoyo en las reuniones celebradas por Mission Eurasia, una organización cristiana que ha atendido a miles de personas en situaciones similares. “Inna Tokarchuk dirige estos encuentros basándose en los principios de la fe cristiana, ofreciendo consuelo y aliento espiritual a través de la comunión y la Palabra de Dios”, destacó Iryna sobre la importancia de estos encuentros. Según CBN News , el apoyo emocional recibido en estas sesiones es invaluable para Iryna y otros refugiados, quienes enfrentan desafíos físicos, emocionales y espirituales en su viaje de adaptación a una nueva realidad. Además de las sesiones de asesoramiento, Mission Eurasia también organiza actividades para niños ucranianos, como el hijo de cinco años de Inna Ruptanova, que está haciendo nuevos amigos en su nueva patria. Con la guerra a menos de 100 millas de distancia, el pastor moldavo Alexandr Belev, director ejecutivo de misiones de campo de Mission Eurasia, destaca la importancia de la solidaridad y la compasión en medio del conflicto en curso. fuente https://www.gospelprime.com.br/ministerio-na-moldavia-ajuda-60-000-refugiados-ucranianos/