Es bien sabido que el artista holandés Vincent van Gogh tuvo problemas de salud mental. Es muy famoso el episodio en que se cortó la oreja izquierda, y dos años después (en 1890) se suicidó. Pero ha habido mucho debate sobre la naturaleza exacta de su trastorno.
Diagnosticar a un paciente que lleva décadas muerto es una tarea complicada. Sin embargo, hay muchas teorías sobre qué enfermedades padecía Van Gogh.
Han circulado muchas teorías diferentes sobre el diagnóstico psiquiátrico exacto del artista en los años previos a su suicidio, pero una de las más convincentes es que Van Gogh tenía trastorno bipolar.
Esta teoría fue originalmente expuesta en un libro alemán de 1938, pero un estudio de 2020 realizado por académicos holandeses se propuso dilucidar esta especulación utilizando cientos de sus cartas como evidencia.
"Tuvimos suerte de haber estudiado casi mil cartas que Van Gogh escribió a su hermano y a otros, y en las que basamos nuestras conclusiones", dice el profesor jubilado de Psiquiatría Willem Nolen, de la Universidad de Groningen en los Países Bajos.
Nolen le dijo a la BBC que las cartas dieron a su equipo la oportunidad de examinar la evidencia de los síntomas con el objetivo de hacer un diagnóstico.
La intención de los autores era llevar a cabo una "amplia entrevista diagnóstica" de Van Gogh, el paciente, a través de sus cartas, para así analizar su situación psiquiátrica, aunque reconocen que el pintor no estaba escribiendo para un médico y es posible que no siempre haya sido completamente honesto en sus descripciones.
"Es posible que haya exagerado sus síntomas en sus cartas a su hermano porque necesitaba más dinero y más apoyo. Pero también cabe imaginar que cuando escribía una carta a otros miembros de la familia, incluida su madre, tal vez hacía que los síntomas sonaran menos graves", señaló el profesor Nolen.
Qué es el trastorno bipolar
Se trata de una enfermedad mental que afecta los estados de ánimo y se caracteriza por un cambio dramático de un extremo a otro.
Es una condición relativamente común, que se estima afecta a alrededor de una de cada 100 personas.
Hay diferentes tipos de trastorno bipolar. Aquellos con el tipo I experimentan períodos de altibajos maníacos y depresivos. Aquellos con el tipo II experimentan depresión severa y episodios maníacos leves, conocidos como hipomanía, que duran un período de tiempo más corto. Aquellos con ciclotimia experimentan cambios de humor menos severos, pero pueden durar más tiempo.
Hombres y mujeres de todos los orígenes tienen la misma probabilidad de desarrollar trastorno bipolar, y aunque puede ocurrir a cualquier edad, las personas en su adolescencia tardía son particularmente vulnerables, ya que a menudo se desarrolla entre los 15 y 19 años.
Cada episodio extremo de trastorno bipolar puede durar varias semanas (o incluso más).
Los tratamientos incluyen:
Medicamentos a largo plazo conocidos como estabilizadores del estado de ánimo para prevenir el inicio de episodios de manía y depresión.
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Medicamentos para tratar los síntomas cuando ocurren.
Tratamiento psicológico para ayudar a lidiar con la depresión.
Consejos de estilo de vida, como hacer ejercicio regularmente, mejorar la dieta y dormir más.
Fuente: Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS del Reino Unido).
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