El miedo al futuro y a imaginarnos siempre solos en determinadas batallas son algunos de los motivos que provocan ansiedad e inseguridad, que, a su vez, nos traerán sufrimiento emocional e incluso físico. La vida muchas veces nos presentará desafíos e incertidumbres que pueden hacer tambalear nuestra seguridad y confianza, de esto habló el mismo Jesús:
"Os he dicho estas cosas para que en mí tengáis paz. En este mundo tendréis tribulación; pero ¡confiad! Yo he vencido al mundo" (Juan 16: 33 – NVI).
Jesús estuvo en su discurso de despedida a sus discípulos, momentos antes de su arresto y crucifixión, por lo tanto, ante una inmensa angustia, miedo, ansiedad. No olvidemos que Jesús era Dios, pero también humano, sujeto a las mismas emociones que nosotros. Por eso sintió hambre, tuvo sed, lloró, fue feliz...
En este discurso, Jesús estaba preparando a los discípulos para su partida física y les instruía sobre los desafíos que enfrentarían después de su muerte. El Hijo de Dios está reconociendo que sus discípulos enfrentarán dificultades y aflicciones mientras vivan en este mundo. Entonces Él los prepara para las tribulaciones venideras, pero también les ofrece aliento y esperanza. Jesús les muestra –y a nosotros hoy– que es en estos momentos cuando la fe se convierte en un fundamento fundamental, recordándonos que no estamos solos. Aunque muchas veces lo parezca.
Vea el consuelo de esta promesa anunciada por el profeta Isaías: "Yo iré delante de vosotros y seré vuestra retaguardia" (Isaías 52:12). Esta declaración no sólo se trae como garantía de protección, sino también como anuncio de la presencia constante de Dios en nuestras vidas, cuidándonos en todo momento. Miren qué cosa tan increíble: cuando nosotros vamos, Él va delante; cuando volvemos, Él avanza y permanece en nuestra retaguardia. Por eso, nunca, jamás estamos desprotegidos, solos, abandonados. Dios está con nosotros en todo momento y en cualquier dirección.
Cuando nos enfrentamos a desafíos, es fácil ceder al miedo y la ansiedad. Sin embargo, la fe nos invita a depositar nuestra confianza en el Padre, recordándonos que Él siempre está delante de nosotros, allanando el camino incluso antes de nuestros pasos. Como se dice en el Salmo 23:4: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo". ¡David ya lo sabía en su tiempo! Y nos dejó esta promesa que nos llena de valor, porque sabemos que por muy oscuro que esté el valle, Dios está a nuestro lado guiándonos con amor y cuidado.
Vivimos tiempos difíciles, con innumerables acontecimientos y malas noticias, pero lo que no podemos olvidar es que la seguridad que encontramos en Dios va más allá de la mera ausencia de peligro. Es una seguridad que se basa en la certeza de Su amor incondicional y Su fidelidad inagotable. Al reconocer que Él va delante de nosotros y también es nuestra retaguardia, podemos descansar en la promesa de que Él nos protegerá de todo daño y nos conducirá con seguridad a nuestro destino deseado. Proverbios 3:23-24 nos recuerda: "Entonces andarás seguro por tu camino, y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás miedo; te acostarás, y tu sueño será dulce".
En tiempos de incertidumbre y adversidad, es fundamental recordar que la presencia del Padre en nuestras vidas es constante e inquebrantable. Él no sólo va delante de nosotros, sino que también nos cubre por detrás, protegiéndonos de peligros que ni siquiera podemos percibir. Esta verdad nos llena de esperanza y nos fortalece para afrontar cada día con fe renovada, sabiendo que estamos a salvo en sus amorosas manos. Como está escrito en Deuteronomio 31:8: "Jehová es el que va delante de ti; él estará contigo; no te dejará ni te desamparará; no temas, ni desmayes". Así, podemos confiar plenamente en Su cuidado, sabiendo que Él es nuestro refugio seguro en todo momento y en toda circunstancia.
¡El Padre os ama!
Darci Lourençao
Darci Lourenção es psicóloga, pastora, coach, escritora y conferencista. Fue Decana y Profesora de Consejería Cristiana. Autor de los libros “En la intimidad hay curación”, “La ecuación del amor”, “Vivir sin compulsión” y “Devocional Minha Família no Altar”.
FUENTE https://www.guiame.com.br/colunistas/darci-lourencao/fe-como-fundamento-da-seguranca-e-confianca-em-deus.html