
Irán está en shock tras la muerte del presidente Ebrahim Raisi y del ministro de Relaciones Exteriores Hossein Amir-Abdollahian, quienes fallecieron en un accidente de helicóptero el domingo 19 de mayo. No había señales de ataque, y el helicóptero se incendió poco después de estrellarse, según un comunicado emitido el 24 de mayo.
Raisi, que ha estado al frente de la presidencia de Irán desde 2021, ha desempeñado un papel importante en el panorama político del país desde la Revolución Islámica de 1979. Su mandato estuvo marcado por políticas de línea dura y una brutal represión de la disidencia, incluida la persecución de los cristianos.
Raisi, figura prominente dentro del régimen iraní, se ganó el sombrío apodo de “Carnicero de Teherán” debido a su participación en la comisión judicial de 1988, que condujo a la ejecución de miles de prisioneros, incluidos aquellos acusados de apostasía. Antes de su presidencia, Raisi se desempeñó como Jefe del Poder Judicial de 2019 a 2021, donde sus políticas continuaron reflejando su postura intransigente.
Hossein Amir-Abdollahian, ministro de Asuntos Exteriores de Raisi, era conocido por su amplia influencia en todo Oriente Medio. Su muerte junto a Raisi deja un vacío significativo en la influencia diplomática de Irán en la región.
De acuerdo con la constitución iraní, el vicepresidente de Raisi asumirá la presidencia durante los próximos 50 días hasta que se celebren nuevas elecciones. Sin embargo, los analistas políticos predicen que otros partidarios de la línea dura con políticas similares hacia los cristianos consolidarán el poder, manteniendo el status quo.
Durante los últimos 44 años, Irán ha sido testigo de incesantes oleadas de persecución contra quienes se convierten al cristianismo. Está prohibido tener una Biblia en farsi y compartir la fe cristiana es ilegal. Los líderes cristianos a menudo son arrestados, interrogados y encarcelados en la famosa prisión de Evin, y algunos incluso enfrentan la ejecución bajo cargos de apostasía y espionaje.
A pesar de este entorno opresivo, la última década ha sido testigo de una de las comunidades cristianas de más rápido crecimiento en el mundo dentro de Irán. Algunas estimaciones sugieren que más de un millón de iraníes se han convertido al cristianismo.
fuente https://www.persecution.org/2024/05/24/iranians-in-shock-following-deaths-of-president-foreign-minister/