En junio concluyó una serie de 38 sermones basados en el libro de Apocalipsis. Al reflexionar sobre el tiempo dedicado a este notable libro, se destacan diez verdades.
Disclaimer: Las cosas que más me han impactado no tienen nada que ver con el simbolismo numérico, ni con el número 666, ni con la Bestia, ni con la gran ramera, ni con el milenio.
1. La persecución es parte de la vida cristiana
Los cristianos de la época actual deberían esperar sufrir una intensa persecución a manos de un mundo idólatra e incrédulo. Nadie está exento.
El sufrimiento no indica que Dios esté decepcionado con nosotros, sino que proviene de nuestra identificación con Jesús. Cuando aceptamos la persecución con humildad y valentía, puede ser una manera tremenda de dar a conocer la suficiencia y la belleza de todo lo que Dios es para nosotros en Jesús.
2. Dios es soberano
Dios es absoluta y totalmente soberano sobre todos los actos de toda la humanidad. Ni siquiera los más malvados están fuera del poder proveedor de Dios.
A menudo parece que el mundo entero tiembla con los golpes, uno tras otro. En Egipto, decenas de cristianos murieron cuando el Estado Islámico detonó una bomba el Domingo de Ramos. Continuamente estallan sangrientas guerras civiles en todo el mundo. Los conflictos raciales continúan en nuestro país.
El mundo, en todos sus aspectos, nos parece terriblemente inestable, caótico y fuera de control. El libro de Apocalipsis es la palabra de Dios para nosotros de que Él tiene completamente el control.
3. Cristo es Rey
Jesucristo es superior a todos los poderes y personas terrenales. El núcleo del pecado humano es la tendencia a exaltar cualquier cosa o a alguien como dios, por encima o con preferencia a Jesucristo. Pero él es Rey sobre todos los reyes y Señor sobre todos los señores.
Jesús resucitó de entre los muertos y está sentado a la diestra de la Majestad en lo alto, reinando, dominando y ejerciendo soberanía absoluta sobre todos los reyes de la Tierra, todos los acontecimientos del Medio Oriente, Centro y Sudamérica, y hasta los planes de Corea del Norte, China y Rusia.
Como “soberano de los reyes de la tierra”, Él misteriosamente domina y gobierna lo que hacen los reyes y presidentes terrenales, a veces impidiéndoles hacer el mal, a veces frustrando sus planes, pero siempre ordenando los acontecimientos para que puedan servir a Sus propósitos. No podemos entender cómo lo hace, pero Él lo hace. Pablo declaró en 1 Corintios 15:25 “Porque es necesario que él [Cristo] reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies”. Así que no se limite a leer los periódicos o buscar en Internet. Leer y reflexionar con los ojos de la fe sobre la supremacía de Jesucristo sobre todas las cosas.
4. Todas las cosas culminarán en Jesús
Tenemos la seguridad de que Dios cumplirá sus propósitos y llevará todas las cosas a su consumación en Jesús. No importa cuán malas puedan llegar a ser las circunstancias, no importa cuán oprimida sea la iglesia, no importa cuán exitoso y poderoso pueda parecer el mundo y su maldad, nada puede desviar o interrumpir el propósito de Dios en la historia de acercar a la Novia al Novio en matrimonio. cena del Cordero.
5. La Iglesia parecerá estar muerta
A medida que la opresión de la iglesia se extienda e intensifique, llegará un momento en que la iglesia parecerá destruida. Por un tiempo, tu voz quedará silenciada y tu presencia apenas se notará. Pero esto es sólo una apariencia, porque la iglesia aumentará en poder como catalizador de una cosecha global de almas. Si se pregunta dónde encuentro este punto, le invito a escuchar mis sermones sobre Apocalipsis 11 .
6. Satanás es un enemigo formidable pero derrotado
Satanás odia a Dios, lo odia y odia a la iglesia. Él hará todo lo que esté en su poder, bajo la soberanía de Dios, para debilitar tu confianza en la bondad de Dios y hacerte abandonar tu fe. Pero la victoria completa y final nos está asegurada si derrotamos a Satanás por la sangre del Cordero, por nuestro testimonio y si no nos aferramos a la vida, ni siquiera ante la muerte (Apocalipsis 12).
7. Los cristianos serán preservados por Dios
Aunque la ira de Dios contra el pecado y la idolatría se intensificará y expandirá a medida que nos acerquemos a la segunda venida de Cristo, ningún cristiano será el blanco de ella. Seremos preservados eternamente sanos y salvos. Dios ha sellado a sus siervos, a cada uno de ellos, con el Espíritu Santo, y ningún sufrimiento o aflicción puede separarnos del amor de Dios en Cristo.
8. No podemos entender las grandes cosas que nos esperan
Ni ojos han visto ni oídos han oído las maravillosas bendiciones que Dios tiene reservadas para su pueblo en los nuevos cielos y la nueva tierra. Como escribió Pablo en Romanos 8:18: “Estoy seguro de que los sufrimientos del tiempo presente no se pueden comparar con la gloria que se nos revelará”.
9. Se hará justicia
Lo único que evitará que su corazón se vuelva cínico y pesimista es la seguridad reiterada en el Apocalipsis de que llegará un tiempo de juicio cuando Dios traerá justicia a la tierra. La verdad será reconocida; el mal recibirá su justa recompensa.
10. Cristo viene pronto
En medio de todas las discusiones sobre este libro con sus simbolismos, la salida de Israel, el arrebatamiento y la tribulación, no perdamos de vista lo que es preeminente: el regreso físico, personal y corporal de Jesucristo para consumar su Reino. ¡Esta es nuestra esperanza!
Así que recuerda: aunque algunos digan que estás perdiendo el tiempo leyendo y meditando el libro del Apocalipsis porque es demasiado difícil y oscuro, Jesús dijo:
“Bienaventurados los que leen y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas en ellas escritas, porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1:3)
“He aquí, vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. (Apocalipsis 22.7)
El libro de Apocalipsis no está más allá de tu capacidad de entender, creer y obedecer. No dejéis de recibir las bendiciones prometidas a todos los que guarden lo que en él está escrito.
Traducido por Juliana Reimer
Sam Storms (ThM, Seminario Teológico de Dallas; PhD, Universidad de Texas) es pastor principal de predicación y visión en Bridgeway Church en Oklahoma City, Oklahoma, EE. UU. Fue el fundador de Enjoying God Ministries y es miembro de la junta directiva de The Gospel Coalition. Es autor de numerosos libros, incluido Practicing the Power. Él y su esposa, Joy, tienen dos hijos.
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