Los talibanes celebraron el miércoles el tercer aniversario de su toma de poder en Afganistán con un desfile militar en el aeródromo de Bagram, alguna vez la base militar estadounidense más grande en el país.
El grupo extremista islámico tomó Kabul el 15 de agosto de 2021, después de que el gobierno afgano apoyado por Estados Unidos colapsara y sus líderes huyeran del país. El aniversario cae un día antes en el calendario afgano.
Tras el regreso de los talibanes al poder, las libertades religiosas y civiles que los afganos habían apreciado durante años se deterioraron rápidamente . Los cristianos soportaron una intensa presión y escrutinio gubernamental y social. Sufrieron redadas periódicas en sus hogares y recibieron con frecuencia amenazas contra sus trabajos y familias. También perdieron oportunidades educativas y económicas.
Tres años después del inicio del gobierno talibán, la vida no es muy diferente, especialmente para los cristianos.
En un informe publicado a principios de este mes, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) calificó de terribles las condiciones de libertad religiosa en el Afganistán gobernado por los talibanes, documentando cómo el régimen ha trabajado continuamente para “reprimir y sofocar significativamente cualquier acción o comportamiento que no se ajuste a su estricta interpretación del Islam”.
Desde 2022, la USCIRF ha recomendado que el Departamento de Estado de Estados Unidos designe a Afganistán como País de Particular Preocupación (CPC) todos los años, pero la designación no se ha realizado. El Departamento de Estado nunca ha reconocido las preocupaciones en materia de libertad religiosa en Afganistán al designarlo como CPC o como país de la Lista Especial de Vigilancia. Sin embargo, sí designó a los talibanes como Entidad de Particular Preocupación (ECP) entre 1999 y 2001.
A pesar de las promesas de que gobernarían con moderación y mesura ideológica, los talibanes han aplicado una versión extrema de la sharia en el país desde que recuperaron el poder. Según el informe de la USCIRF, la aplicación de la sharia incluye “ejecuciones públicas, azotes y flagelaciones, lapidaciones, palizas y actos de humillación pública, como el rapado forzado de la cabeza”.
La Iglesia afgana, que es aún más pequeña que antes de la toma del poder por los talibanes, se encuentra en una posición precaria. Las restricciones impuestas por los talibanes han limitado severamente el contacto con el mundo exterior, y cualquier intento de enviar ayuda a la Iglesia se topa con numerosas dificultades legales y logísticas. La Iglesia afgana sigue estando en gran parte aislada del Cuerpo de Cristo global.
fuente https://www.persecution.org/2024/08/15/afghan-christians-isolated-as-taliban-celebrates-three-years-in-power/