
El comediante y ventrílocuo Edgar Bergen dijo una vez: “El trabajo duro nunca ha matado a nadie, pero ¿por qué correr el riesgo?”. La mayoría de nosotros probablemente nos sintamos identificados con esta cita y preferimos un espíritu laboral que equilibre el trabajo con el ocio agradable. Pero la cita nos lleva a una pregunta que vale la pena hacer: ¿por qué trabajar duro?
Aunque la mayoría de los estadounidenses no hayan leído el informe, algunos de nosotros ya lo hemos hecho y otros sin duda lo harán. En Estados Unidos y en todo el mundo, millones de personas todavía se preocupan por la verdadera libertad: la libertad del alma para pensar, adorar y vivir por la verdad. El motivo hace que valga la pena el esfuerzo por la dificultad de la labor. Dicho bíblicamente, este “trabajo en el Señor nunca es en vano”.