Los restos de más de 30 personas fueron encontrados el 24 de julio tras otro brutal ataque contra una comunidad cristiana por parte de las extremistas islámicas Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en el este del Congo.
Los cadáveres, muchos de los cuales habían sido decapitados, fueron descubiertos en la zona de Batangi-Mbau del territorio de Beni en Kivu del Norte, República Democrática del Congo (RDC).
Léon Siviwe, jefe de Beni-Mbau, dijo que el ataque formaba parte de una semana marcada por la violencia creciente. Las víctimas eran principalmente de varias aldeas de la localidad de Babila-Bakaiku, entre ellas Kotanarespe, Nakota, Musangwa y Akwekwe.
“Son nuestros hermanos, hermanas, hijas e hijos que, al final, perdieron la vida a causa de las ADF, que matan mientras hablan en árabe”, recuerda un superviviente. “Recuerdo el día en que se llevaron a mi vecino y, al final, lo encontraron muerto”.
Otro residente describió el costo emocional que el ataque tuvo para las familias.
“Los recientes asesinatos han destrozado nuestra comunidad”, dijo. “Nos hemos quedado con sillas vacías en nuestras mesas y recuerdos que nos persiguen por las noches. El duelo es una presencia constante en nuestras vidas y el trauma que experimentamos es algo que se transmitirá a nuestros hijos. Ellos deberían estar jugando y riendo, pero en cambio, llevan sobre sus hombros el peso del miedo y la pérdida”.
En una reflexión sobre la violencia actual y sus efectos en la comunidad, el obispo anglicano de Beni articuló el profundo costo psicológico que vivir bajo amenaza constante ha tenido para los civiles en Beni.
“Vivir con miedo es agotador”, dijo. “Tratamos de mantener una cierta apariencia de normalidad, pero cualquier ruido fuerte nos hace entrar en pánico. Las risas de los niños han sido reemplazadas por el silencio o los susurros sobre quién podría ser el siguiente. Nuestros sueños se han convertido en pesadillas y a menudo nos encontramos mirando por encima del hombro.
“Estas atrocidades generan una ansiedad generalizada y un trauma que experimentan quienes viven en zonas de conflicto, en particular en regiones como el este del Congo, donde los ataques de grupos armados como las ADF se han vuelto trágicamente comunes y contradicen el propósito de Dios al crear al hombre”.
International Christian Concern (ICC) ha informado sobre varios ataques de las ADF contra comunidades cristianas desde que las fuerzas de paz de la ONU se retiraron de la República Democrática del Congo a principios de este año.
FUENTE https://www.persecution.org/2024/08/13/islamic-rebels-kill-more-than-30-christians-in-eastern-drc/