Cuando regresé a casa de la universidad el semestre pasado, una de las primeras cosas que hice con mi familia fue tener “tiempo bíblico”.
Esto es lo que llamamos nuestro culto doméstico, que incluye leer la Biblia, orar y cantar alabanzas juntos. Generalmente hacemos esto por la noche, por lo que este momento indica un momento para reducir el ritmo y encontrar alivio de las tareas y actividades del día juntos. Aunque la duración del tiempo bíblico de cada día varía, al igual que nuestra coherencia, esto no disminuye su importancia en mi vida.
No me di cuenta de esto hasta que estuve lejos de nuestro tiempo bíblico. En un viaje a casa desde la universidad, después de no participar en el culto en casa por un tiempo, pude ver muchas de las lecciones que mis padres me enseñaron a través de ellos.
Lección #1: La Biblia es valiosa
El compromiso de mis padres de pasar tiempo frecuentemente leyendo las Escrituras me enseñó el valor de la Biblia. En muchas ocasiones hubiera sido más fácil para mis padres renunciar al tiempo bíblico (en días difíciles, a altas horas de la noche o en horas ocupadas), pero su decisión de seguir celebrando el culto en casa me mostró la importancia de reservar tiempo para estar con la palabra de Dios.
Debido a que han hecho de la Biblia un aspecto central de sus vidas, puedo ver que es más que simplemente un buen libro. El ejemplo de mis padres me anima constantemente a implementar momentos regulares de estudio bíblico en mi vida.
Lección #2: Cómo estructurar los devocionales
La forma en que mis padres estructuran el tiempo bíblico ha influido en la forma en que organizo mis propios devocionales. El modelo de leer la palabra de Dios, llevar nuestras peticiones al Señor y alabar a Dios fue crucial para enseñarme cómo desarrollar mi relación con Cristo.
Aunque estas tres cosas son necesarias para un caminar cristiano saludable, yo tendía a separar una de la otra, pero mis padres usaron el tiempo bíblico para demostrar que las tres van juntas. Su modesto ejemplo de incluir la oración y la alabanza en el estudio de la Biblia ha dado forma a mis propias prácticas.
Lección n.° 3: Por qué estudiamos juntos
Mis padres estudiaron la Biblia individualmente y nos animaron a hacer lo mismo. Si bien enfatizaron la importancia de las devociones individuales, también nos enseñaron el valor de estudiar la Biblia con otros. Leer en voz alta, dialogar juntos y unirse en oración y adoración es una parte importante del caminar cristiano.
Lección #4: Persistencia y Paz
Hubo momentos en que el culto en el hogar parecía tedioso y días en que preferiría saltearlo. Pero la insistencia de mis padres en el tiempo bíblico gradualmente lo convirtió en algo que esperaba con ansias en lugar de algo que no quería hacer. Me enseñaron que la paz se puede encontrar en la Biblia y me ayudaron a perseverar en esta búsqueda. El tiempo bíblico se convirtió en un refugio de las luchas de cada día.
Nuestro historial no fue perfecto. Hubo períodos en los que dejamos de realizar el culto doméstico durante días o incluso semanas. Pero fue entonces cuando mis padres me dieron uno de sus ejemplos más importantes. En lugar de darse por vencidos, lo retomaron una y otra vez. Cada vez que reanudábamos la práctica, los períodos de consistencia de nuestro tiempo bíblico se extendían más y los períodos sin tiempo bíblico disminuían.
Esto se ha vuelto más importante para mí a medida que me he vuelto un poco más independiente y he visto las muchas maneras en las que fracaso en el caminar cristiano. Mis padres también tienen fracasos, pero en lugar de “desecharlo todo”, perseveran en acercarse a Dios y luchar contra el pecado en sus vidas.
Aunque mis padres no hicieron todo bien, me ofrecieron una exposición constante y estructurada a la Biblia. Su compromiso de pasar tiempo en familia con la Biblia ha ayudado a moldear mi visión de las Escrituras e incluso la forma en que las leo cuando dejo de leerlas. No sólo me dijeron, sino que me demostraron el valor de la Biblia y cómo estudiarla. A través del tiempo bíblico, aprendí el valor de perseverar, tanto en la búsqueda de Dios como en la lucha contra el pecado.
Debido a la influencia de mis padres, valoro la Biblia y, debido a sus enseñanzas, sigo buscando a Dios, incluso cuando es inconveniente o difícil.
Traducido por Carolina Ferraz.
Aleyna Kelly es una joven escritora que asiste al Faith Baptist Bible College en Iowa (EE.UU.). Ella es miembro de la Iglesia Maple Grove.
fuente https://coalizaopeloevangelho.org/article/uma-coisa-que-meus-pais-fizeram-certo-culto-domestico/