En la noche del 12 de julio de 2023, en la aldea mayoritariamente cristiana de Juhudi, en el condado de Lamu, Kenia, Maina Kariuki Githiga y sus vecinos fueron víctimas de un violento asalto a su aldea.
Obligado a huir y esconderse mientras las casas eran incendiadas y el ganado robado, Maina escapó por poco antes de que los atacantes de Al Shabab llegaran a su casa.
Afortunadamente, la esposa y los hijos de Maina se encontraban en un campamento para desplazados internos durante el ataque. Sin embargo, dos casas de la finca de Maina fueron quemadas, lo que dejó a su familia desplazada.
Este ataque, que se produjo tras otro apenas 18 días antes, fue obra del grupo islamista Al Shabab, con base en Somalia y aliado de Al Qaeda. Mediante sus frecuentes ataques, Al Shabab ha impulsado la islamización de la región de Lamu debido a su proximidad con Somalia. Sus ataques se dirigen contra los hombres cristianos de la zona, como Maina, porque son los pilares de la comunidad y los líderes de la fe en sus hogares.
Cuando un miembro del personal de International Christian Concern (ICC) se reunió con Maina y escuchó su historia, comprendió que él y su familia necesitaban ayuda desesperadamente. Gracias a su generosidad, ICC atendió las necesidades inmediatas de su familia y proporcionó una base para la recuperación y la autosuficiencia a largo plazo.
La ICC trasladó a Maina y a su familia a una casa de alquiler. Maina dijo que ahora pueden “dormir bien, comer bien y vivir sin el temor de ser atacados”. La familia también recibió artículos de primera necesidad, como camas y alimentos.
ICC también le proporcionó a Maina una motocicleta, lo que le permitió iniciar un pequeño negocio y recuperar su independencia financiera. La esposa de Maina, una experta sastre, también recibió fondos para abrir un taller de costura, que proporcionará ingresos a la familia.
“Hoy agradecemos al Señor por cómo nos ha cuidado”, dijo Maina. “Muchas gracias, ICC, por cuidarnos”.
fuen te https://www.persecution.org/2024/09/02/rebuilding-lives-after-religious-violence-in-kenya-2/