El 5 de agosto, hace poco más de un mes, la ex primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, renunció a su cargo después de que las protestas estudiantiles se tornaran violentas. La ausencia de la primera ministra provocó una gran inestabilidad en el país.
Fueron días sin ley, llenos de incertidumbre y pánico para la población. Muchos grupos islámicos radicales aprovecharon la falta de seguridad para atacar, saquear y perseguir a las minorías, como los cristianos. Salma y su familia fueron víctimas de una violencia extrema.
Un testimonio de la provisión de Dios
Salma, cristiana de origen musulmán en Bangladesh, vive con su madre de 75 años y su hija de 14 años. Ella fue abandonada por su esposo, que es adicto a las drogas, y se ha enfrentado a innumerables dificultades, sin embargo su fe en Cristo permanece inquebrantable.
La cristiana conoció a Jesús hace 19 años a través del testimonio de su hermano. Pero después de aceptar a Jesús, ella y su familia se vieron obligados a huir del pueblo donde vivían a causa de la inseguridad. Y en cuanto descubrieron que era cristiana, los pueblos donde se refugió se convirtieron en lugares de agresiones verbales, sobre todo por parte de grupos radicales.
La noche del 5 de agosto, poco después de la renuncia de la Primer Ministra, los extremistas comenzaron a atacar. El hermano de Salma le aconsejó que huyera del pueblo por su seguridad. A pesar del consejo, Salma dudó y el miedo a perder la casa que había construido con tanto amor, con la gracia de Dios, fue mayor que el miedo a la persecución.
La casa era un testimonio del duro trabajo y la provisión en su vida y en la de su familia. Le dijo a su hermano: “Yo no he hecho ningún daño a estas personas, ¿por qué iban a atacarme?”.
Pero justo antes de medianoche, el sonido del caos aterrorizó a Salma. Un grupo de extremistas, gente que nunca había visto antes, se acercaba a su casa. Al darse cuenta del peligro inevitable, corrió con su madre para huir de la casa en busca de refugio.
En busca de refugio
Su esperanza era que un vecino con un triciclo les ayudara. Pero sus esperanzas se desvanecieron. Este se negó a llevarlas. Sin más opciones, Salma y su madre se escondieron en el bosque más cercano. La cristiana dejó a su hija con su hermano y se reunieron en el escondite. Allí pudieron ver cómo sus peores temores se hacían realidad.
Los extremistas irrumpieron en la casa y lo destruyeron todo, incluso los libros de texto de la hija de Salma. Durante dos largas horas, Salma y su madre estuvieron asustadas, desesperadas, clamando a Dios por protección. Cuando por fin los radicales se marcharon, no quedaba nada en la casa. La cristiana se fue con su madre a casa de una tía. Aunque físicamente estaban bien, ambas estaban traumatizadas debido a esta noche aterradora.
Cuando empezaron a pensar en todo lo que había pasado, la madre de Salma encontró consuelo en la historia de Job. “Conocía la historia de Job, que pasó por inmensos sufrimientos y pérdidas, pero se mantuvo firme, confiando en Dios. Quizá nosotras también estemos siendo puestos a prueba. Ora por nosotros, para que nos mantengamos firmes como Job en este difícil momento de nuestras vidas”.
Salma y otros cristianos perseguidos en Bangladesh están recibiendo alimentos y otros artículos de ayuda de emergencia. Esto es posible gracias a la generosidad de socios latinoamericanos que están marcando la diferencia en estos momentos tan difíciles. Contamos con sus oraciones por Salma y todos nuestros hermanos en la fe que se vieron afectados por la crisis en Bangladesh hace poco más de un mes.
fuente https://puertasabiertasal.org/cristianos-perseguidos-noticias/cristiana-y-su-madre-anciana-se-ven-obligadas-a-huir-al-bosque