“Nunca permitiremos que la discriminación de género se normalice en ningún lugar del mundo”, declaró este lunes el Secretario General de las Naciones Unidas en un evento sobre las mujeres en Afganistán.
En el discurso de apertura, António Guterres dijo que las afganas se enfrentan a una profunda crisis de discriminación por motivos de género que puede compararse con algunos de los sistemas de opresión más atroces de la historia reciente.
El titular de la ONU señaló que la ley promulgada el pasado mes de agosto por las autoridades de facto “formaliza la eliminación sistemática de mujeres y niñas de la vida pública” y las despoja de sus derechos y libertades en todos los ámbitos.
Las afganas están en gran medida confinadas en sus hogares, sin libertad de movimiento y casi sin acceso a la educación o al trabajo, señaló Guterres. Con la adopción de la ley de la moralidad, se les prohíbe incluso cantar o alzar la voz en público.
“Muchas mujeres afganas hablan de haber perdido la esperanza y de vivir como sombras, moviéndose silenciosamente en la oscuridad, temiendo siempre el castigo”, añadió.
Al mismo tiempo, sufren altos índices de violencia de género y un aumento de la mortalidad materna.
Autolesión nacional
Guterres señaló que la discriminación de género no solo viola las leyes sobre derechos humanos, sino que también socava por completo el objetivo declarado de las autoridades de facto de lograr la autosuficiencia económica.
“Es una autolesión a escala nacional (…) Educar a las niñas es una de las formas más rápidas de impulsar el desarrollo económico y mejorar la salud, el bienestar y la prosperidad de comunidades y sociedades enteras”, destacó el titular de la ONU, añadiendo que la participación y el liderazgo de las mujeres han demostrado ser beneficiosos para la paz y la seguridad, la protección social y la estabilidad medioambiental.
Llamamiento de la comunidad internacional
El Secretario General se hizo eco del llamamiento de países y organizaciones de todo el mundo, incluida la Organización para la Cooperación Islámica, a que se respeten los derechos fundamentales de las afganas.
“Me uno a ellos en la exigencia de que las autoridades de facto eliminen inmediatamente todas las restricciones discriminatorias contra las mujeres y las niñas y las dejen acceder a las escuelas y las universidades más allá del sexto curso”.
Además, Guterres destacó su valentía al exigir y reivindicar sus derechos, dirigir empresas en condiciones difíciles, prestar ayuda humanitaria y realizar campañas en internet.
En este sentido, indicó que las Naciones Unidas siguen colaborando con ellas y los grupos de mujeres, para “preservar el espacio” en el que pueden operar y “servir de conducto” para el diálogo con las autoridades de facto.
“Seguiremos amplificando las voces de las mujeres afganas y pidiendo que desempeñen un papel pleno en la vida del país, tanto dentro de sus fronteras como en la escena mundial”, concluyó.
Pérdida de derechos
Celebrado en la sede de la ONU a un día del inicio del Debate General, el evento fue organizado para visibilizar la situación de las mujeres en el país por las Misiones ante las Naciones Unidas de Irlanda, Indonesia, Suiza y Qatar, en colaboración con el Foro de las Mujeres de Afganistán.
Incluyó la proyección de una versión corta del documental The Sharp Edge of Peace, que trata sobre la participación de cuatro líderes afganas en las conversaciones de Doha previas a la toma del poder por los talibanes.
El documental fue presentado por la actriz Meryl Streep.
"En 1971, me gradué en la universidad, aquí en Nueva York. Ese año se concedió el derecho de voto a las mujeres en Suiza. Pero las mujeres en Afganistán ya habían disfrutado de ese derecho durante medio siglo. 20 años antes que las mujeres en Francia; mucho antes que las mujeres en Estados Unidos. La forma en que se ha acabado con esa sociedad, es un cuento con moraleja para el resto del mundo", señaló la actriz.
fuente https://news.un.org/es/story/2024/09/1533026