En las montañas y los valles de la vida cristiana, hay pocas bendiciones mayores que un cónyuge que te anima en la fe. Esto quizás no sea más importante en ningún otro momento que en los momentos finales de la vida. Entre los valientes creyentes que han aprendido esta lección a través del honor del martirio se encuentran los santos Timoteo y Maura.
A finales del siglo III, Timoteo se desempeñó como lector en el clero de la iglesia, además de ser el guardián y copista de la literatura cristiana. Finalmente, Timoteo fue llevado ante el gobernador Arian y se le ordenó entregar los libros para que fueran quemados, pero él se negó.
El gobernador sometió a Timothy a una tortura tan severa que los guardias le rogaron que cediese. Fue en ese momento cuando el gobernador se enteró de que Timothy se había casado con una joven llamada Maura tan solo veinte días antes. Con la esperanza de quebrantar la voluntad de Timothy, el gobernador también detuvo a Maura. Timothy, maltratado y recientemente ciego, le imploró a su esposa que no temiera el sufrimiento y que lo acompañara durante la tortura.
En total desafío al gobernador Arian, Maura proclamó con valentía su fe en Cristo y aseguró a su esposo: “Estoy preparada para morir contigo”.
El gobernador ordenó entonces que se le aplicaran varias formas espantosas de tortura a Maura, pero ella las enfrentó con gracia e incluso agradeció a Arian por la oportunidad de sufrir por Cristo. En un momento, arrojaron a Maura a un caldero de agua hirviendo, pero ella no pareció molestarse. Suponiendo que los torturadores habían llenado el caldero con agua fría por compasión, el gobernador le pidió a Maura que se mojara la mano con el agua. Sin embargo, cuando ella lo hizo, él gritó de dolor mientras se quemaba la mano.
A pesar de los esfuerzos del gobernador, ni Timothy ni Maura renunciaron a su fe.
Al ver que la pareja permanecería firme hasta el final, el gobernador ordenó su crucifixión. Durante 10 días agonizantes, Timothy y Maura colgaron de cruces uno frente al otro hasta que fueron llamados a la eternidad.
Es difícil imaginar la angustia que Timothy y Maura soportaron, tanto física como emocionalmente, al presenciar el dolor del otro. Sin embargo, se aferraron a su fe con el aliento de que el dolor pronto terminaría y que les aguardaban mejores recompensas. Aunque su matrimonio fue breve, tuvieron el gran privilegio de acompañarse el uno al otro a casa de su amado Salvador.
fuiente https://www.persecution.org/2024/09/23/crowns-of-courage-till-death-do-us-part/