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8 lecciones de Calvino sobre la predicación
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La Reforma Protestante avanzó en gran medida a través de la obra de la predicación y elevó la predicación a un lugar de renovada prominencia en el culto público. Juan Calvino, conocido hoy principalmente como un teólogo sistemático, es un poderoso ejemplo de predicación reformada.


Fue fundamentalmente un predicador del evangelio, pronunciando más de 4.000 sermones en Ginebra, con gran demanda de sus sermones impresos. Aunque han sido ignorados en gran medida durante los últimos dos siglos, los sermones de Calvino lo revelan como el pastor que realmente fue. Como escribió THL Parker: “El centro de su trabajo pastoral, en torno al cual giraba todo lo demás, era la predicación del evangelio”.


He pasado los últimos dos años leyendo los sermones de Calvino sobre 1 Timoteo, descifrando la traducción al inglés de 1579 y actualizando el lenguaje para que estos poderosos sermones sean más accesibles para los lectores de hoy. Estos son ricos ejemplos para la predicación de hoy, ya que revelan a un pastor vivaz con un profundo interés personal en su pueblo, una pasión por su fidelidad, un anhelo por la adhesión de toda la comunidad a la Palabra de Dios y un celo por llevar el evangelio a las naciones.


Aquí hay ocho lecciones que obtuve de la predicación de Calvino en 1 Timoteo:


1. Manténgase enfocado en las Escrituras mismas.

Sabes lo que realmente piensa un predicador acerca de la Biblia por la forma en que predica. ¿Necesita buscar inspiración y poder en otra parte, o predica las Escrituras usted mismo? Calvino fue consumido por la Palabra de Dios.


La Biblia guió el contenido y la planificación de sus sermones. Esto quedó dramáticamente ilustrado con ocasión de su regreso a Ginebra después de un exilio de tres años, cuando comenzó su serie de sermones precisamente donde la había dejado.


2. No todos los sermones funcionan.

Algunos días Calvin era mejor que otros. Esto debería ser alentador para nosotros, los predicadores comunes y corrientes. Incluso las grandes personas tienen días malos. Por eso debemos confiar siempre en la Palabra de Dios y no en nuestras propias capacidades.


Si nuestra esperanza está en nuestra propia capacidad, entonces nuestros sermones no contendrán esperanza. Pero si nos aseguramos de afirmar siempre lo que dice el texto, entonces, incluso cuando estemos impactados, la Palabra puede manifestar su poder.


3. La mayor parte de la predicación se hace en medio de dificultades.

Tendemos a pensar que si todo estuviera más tranquilo, podríamos predicar mejor. Si los diáconos cooperaran, si no tuviéramos problemas en la guardería, si no hubiera desafíos con nuestras propias familias, entonces podríamos prepararnos mejor y predicar mejor. Tenemos que superar los desafíos cotidianos, y esto es lo que han hecho los grandes predicadores a lo largo de la historia.


Durante el tiempo que Calvino predicó 1 Timoteo, sus cartas revelan que sus enemigos conspiraban contra él y que esperaba ser desterrado en cualquier momento. ¡A veces simplemente se consolaba con el hecho de que podría morir pronto! Tuvo que interrumpir la serie para representar a Ginebra en la negociación de tratados diplomáticos. Esos sermones no fueron escritos por un pastor con tiempo libre, sino por alguien que luchó por mantener su ministerio frente a la resistencia organizada y las pesadas exigencias laborales. Mientras buscaba el bienestar y la madurez de su pueblo, fue incomprendido y atacado por lobos. ¿Esto te recuerda tu vida diaria?


4. Los predicadores deben ser audaces y humildes al mismo tiempo.

La gente suele confundir el coraje con la arrogancia. El arrogante se cree simplemente valiente; los humildes, por miedo a ser arrogantes, acaban siendo tímidos. La audacia tiene sus raíces en una gran confianza en Dios. La arrogancia surge de una gran confianza en uno mismo.


Calvino es un modelo útil aquí. Reprende el pecado y habla con total confianza sobre lo que su pueblo debe y no debe hacer. Al mismo tiempo, deja claro que lucha contra el pecado. Es honesto acerca de su propia debilidad, pero proclama lo que dicen las Escrituras con total confianza.


5. Los predicadores deben anhelar la salvación de las almas.

La gente suele creer en esta caricatura de Calvino; esa predestinación minó su preocupación por la evangelización. Hay mucho en la vida de Calvino que refuta esta noción, y estos sermones contienen evidencia de la mejor calidad. Sus oraciones finales a menudo incluyen peticiones para que personas cercanas y lejanas lleguen a la fe. Regularmente invita a la gente a creer y expone la necesidad de compartir el evangelio con los demás. Con frecuencia exhorta al pueblo a trabajar e interceder por la conversión de sus vecinos, así como para que el evangelio se extienda hasta los confines de la tierra.


Calvino reprende fuertemente a aquellos que no tienen cuidado de “llevar a su prójimo al camino de la salvación”, diciendo que estas personas “no tienen en cuenta el honor de Dios” y que son “fríos” y “negligentes” si no lo hacen. intercede fervientemente por aquellos que “están hoy en camino de muerte y condenación” (sermón 14). Sostiene que debemos “trabajar por la salvación del mundo entero, y entregarnos a esta obra día y noche” (sermón 11). Les dice a los predicadores que “sigan adelante y llamen a Dios a tantos como puedan” (sermón 36).


6. Los predicadores deben ser pacientes.

En sus sermones vemos el anhelo de Calvino tanto por el bien de su pueblo como por la gloria de Cristo. También vemos su frustración por la velocidad glacial del cambio y la apatía rampante entre los que están en Ginebra. Tendemos a pensar que los gigantes del pasado sólo conocieron el éxito. Calvino lamentó la indiferencia de la mayoría e invocó su condena. El reformador apoyó su esperanza en la futura revelación de Jesucristo en toda su gloria.


Su sermón sobre 1 Timoteo 5:23-25 ​​es especialmente útil para pastores demasiado celosos y deseosos de una pureza inmediata en sus iglesias. Calvino dijo que debemos buscar la pureza, pero también darnos cuenta de que Dios no dispone todas las cosas a la vez. Dios tiene su propio tiempo en el proceso. Los predicadores de hoy pueden identificarse con estos desafíos y encontrar estímulo y un ejemplo de perseverancia. Dios está haciendo más de lo que parece.


7. La predicación debe abordar la vida cotidiana, incluido el matrimonio, la familia y la crianza de los hijos.

De acuerdo con uno de los principales énfasis de la Reforma, Calvino afirmó el valor y la nobleza de la vida cotidiana. En particular, defendió la elevada vocación de la maternidad, así como la importancia del matrimonio, la crianza de los hijos y la vida familiar (sermón 41).


Incluso dijo que no se debe descuidar el trabajo de la vida familiar por causa de la oración (sermón 38).


8. La verdadera predicación bíblica requiere una aplicación penetrante.

Calvino no se contentó con simplemente dar conferencias sobre ideas abstractas. Era sincero y agudo en sus aplicaciones, desafiando, conmoviendo y consolando a su rebaño mientras abordaba aspectos cotidianos de la vida cristiana.


El Sermón 50 (sobre 1 Timoteo 6:12-14), por ejemplo, fomenta la perseverancia y demuestra cómo el evangelio nos ayuda a persistir. Calvino enfatiza la necesidad del esfuerzo humano y reconoce que este esfuerzo tiene sus raíces en la gracia. Este sermón es teológicamente rico y pastoralmente útil, ya que Calvino explica cómo la belleza de las promesas del evangelio nos impulsa hacia adelante. Esto puede ser un bálsamo para los pastores desanimados y un desafío a la fidelidad y la santidad para todos los cristianos.


He descubierto que estos sermones son profundamente enriquecedores e instructivos en mi propia predicación. Como Parker se refirió a ellos: “Este tipo de predicación, tal como era estrictamente seguida y aplicada a la gente, fue el punto central explosivo de la obra de la iglesia en Ginebra”. Que nuestros púlpitos tengan hoy un efecto tan poderoso.


Traducido por Daila Fanny.


Ray Van Neste es profesor asociado de estudios bíblicos y director del Centro RC Ryan de Estudios Bíblicos de Union University.


fuent e https://coalizaopeloevangelho.org/article/a-caixa-de-ferramentas-do-pregador-8-licoes-de-calvino-sobre-a-pregacaeo/


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