
Abigail, que proviene de una familia musulmana, recibió a Jesús como su salvador hace dos años. Desde entonces, su madre la ha presionado para que abandone el cristianismo o la ha amenazado con revelar su conversión a miembros de la familia, quienes podrían matarla.
Después de conocer a Cristo, la vida de Abigail cambió por completo. Se unió a un estudio bíblico y a una iglesia, donde conoció a otros cristianos y creció en su fe como parte de una comunidad de creyentes.
Fuera de la iglesia, Abigail decidió ocultarle a su familia su conversión. Siguió usando un hijab para parecer musulmana. A pesar de ello, se topaba con cristianos que la reconocían mientras caminaba por su pequeña ciudad de Oriente Medio.
“¿No eres tú Abigail, la que va a la iglesia con nosotros?”, le preguntaban. “¿Por qué llevas hiyab?”.
Esto le hizo tener miedo de seguir yendo a la iglesia y de conocer a nuevos creyentes. Le preocupaba que la delataran accidentalmente. Finalmente, la madre de Abigail se dio cuenta de que no rezaba durante las llamadas islámicas a la oración y la acusó de incredulidad. Para castigarla, su madre le negó la comida y amenazó con delatarla ante su familia.
“Después de conocer a Jesús, experimenté que cada paso en mi vida se realiza con una planificación increíble y que Dios se preocupa por cada detalle y siempre me envía ayuda en el momento adecuado”, dijo Abigail.
Abigail comenzó a asistir a un grupo de discipulado semanal para ex musulmanes. Le costaba satisfacer sus necesidades de alimentación y transporte. A veces pasaba días sin comer porque intentaba ahorrar dinero para pagar el transporte a la iglesia.
El deseo de Abigail es vivir libremente para Cristo y predicar el evangelio, contándole a la gente las formas milagrosas en que Cristo se le ha revelado. Con la ayuda de su iglesia, encontró un apartamento y vive con otros miembros de la iglesia. ICC ha ayudado a Abigail a pagar el alquiler y otros miembros de la iglesia la están ayudando a buscar un trabajo para que pueda mantenerse.
“No tengo que preocuparme por pagar el alquiler durante el próximo año, lo que me permitirá administrar mi vida y encontrar un trabajo decente para mantenerme”, dijo Abigail con los ojos llenos de lágrimas. “Doy gracias a Dios por este proyecto”.
fuente https://www.persecution.org/2024/10/14/the-cost-of-conversion/