Después de que un terremoto azotara Nepal en noviembre de 2023, Sabita tuvo dificultades para mantener a sus dos hijos pequeños.
El terremoto, que mató a más de 150 personas, hirió a casi 400 y destruyó más de 26.000 viviendas, devastó su aldea remota y ya subdesarrollada. Su vida, ya de por sí difícil, de repente se volvió insoportable.
La devastación impidió que su marido pudiera recibir los escasos ingresos que recibía como jornalero en la India. Y como su familia pertenecía a la casta más baja de Nepal, Sabita no podía encontrar un trabajo adecuado para ella. Aunque sus padres ayudaban cuando podían, a menudo había días en los que Sabita y sus hijos no comían.
Una tarde, mientras Sabita se sentía cada vez más aislada y desesperanzada, un pastor local la visitó en su casa. Le dijo que Dios la amaba y se ofreció a orar por ella. El pastor invitó a Sabita a su iglesia y ella aceptó. Allí, Sabita encontró una comunidad amorosa y comprensiva. Inspirada por la compasión que recibió y las enseñanzas que escuchó, Sabita decidió poner su confianza en Jesús. Por primera vez en mucho tiempo, tenía esperanza para su futuro.
Sin embargo, pronto la esperanza de Sabita se vio frustrada. Sus padres hindúes se enteraron de que se había convertido al cristianismo y dejaron de apoyarla. La organización International Christian Concern (ICC) se enteró de la carga financiera de Sabita y la ayudó a poner en marcha un negocio de sastrería.
Gracias a esta pequeña empresa, Sabita ahora puede mantenerse a sí misma y a sus dos hijos por sí sola. Ya no se siente abandonada ni desesperanzada, y ahora ve que Dios tiene un propósito para ella y su familia.
“Vengo de una familia pobre”, dijo Sabita. “Los pobres son los más malditos, pero gracias a Dios y a su plan, puedo tener un futuro mejor. Lo único que puedo decir es 'Gracias'”.
fuente https://www.persecution.org/2024/10/09/rescued-from-rubble/