La realidad de la persecución es inevitable para los cristianos de origen musulmán en Bangladesh. “Somos perseguidos, afligidos y maltratados, pero no desfallecemos. Aprendemos a resistir y a mantenernos unidos cuando somos sometidos a persecución y dificultades”, relata el pastor Mijanur Rahman, un pastor local en el norte de Bangladesh.
Con frecuencia, Mijanur evangeliza a no cristianos en la comunidad donde vive. La mayoría de los que se han acercado a Jesús por medio del ministerio del pastor son cristianos de origen musulmán. Pero la alegría de la salvación ha sido desafiada diariamente. Casi todos los días, personas buscan al pastor para ayudar a cristianos perseguidos.
“Discipular a cristianos de origen musulmán es muy peligroso, especialmente cuando nos reunimos para las actividades de la iglesia. Las autoridades locales nos amenazan y quieren expulsarnos del pueblo. Los recién convertidos deben luchar mucho para sobrevivir”, explica Mijanur. Ha habido situaciones en las que los cristianos han tenido que esconderse durante semanas, bajo el cuidado del pastor Mijanur, debido a los riesgos.
Firmes en Cristo
A pesar de este contexto de presión y violencia, la iglesia continúa creciendo. Cada vez más personas experimentan la gracia salvadora de Jesús. Son firmes y están decididos a seguir a Cristo, sin importar el precio que esto pueda costar. La mayoría de los cristianos de origen musulmán comienzan como cristianos secretos. Pero es casi imposible mantener la identidad cristiana en secreto por mucho tiempo, y cuando son descubiertos, comienza la opresión.
Por eso, socios locales de Puertas Abiertas ofrecen entrenamientos para preparar a los cristianos a resistir bíblicamente la persecución en Bangladesh. El pastor Mijanur fue uno de los participantes y cuenta: “me sería muy difícil enfrentarme a los perseguidores sin el entrenamiento. Aprendí cómo acercarme a ellos y responder con sabiduría, según las enseñanzas de la Biblia, a quienes nos persiguen, provocan y maltratan por seguir a Jesús. Comprendí por qué nos persiguen y algunas de las tácticas que usan. Hoy en día puedo capacitar a otros cristianos con los mismos principios”, cuenta el pastor.
Los seminarios de entrenamiento también ayudaron a la esposa de Mijanur, Shapla. “Mi esposa trabaja en el ministerio conmigo. Cuando llega la persecución, toda mi familia se ve afectada. Mientras yo no estoy presente, mi esposa necesita manejar la casa y cuidar de la iglesia, así que me di cuenta de que ella también debía recibir este entrenamiento. Ahora ambos estamos muy confiados al enfrentar la persecución”, explica él.
Shapla también vio cómo el entrenamiento podía beneficiar a otras mujeres en su iglesia. Ella animó a las mujeres a participar en el entrenamiento. “Cuando las mujeres enfrentan persecución, me buscan para pedir ayuda y preguntarme qué deben hacer. Yo las animo y les digo que sean firmes y oren. Como madre, también tengo que lidiar con los efectos de la persecución sobre mi hijo de nueve años, que es burlado en la escuela por ser cristiano. Aprendí estas cosas en el seminario”.
“Cada año enfrentamos persecución, pero no teníamos ningún material para entrenar a los cristianos locales. No solo eso, sino que tampoco teníamos un especialista para entrenar a la iglesia. La persecución forma parte de nuestras vidas, por eso necesitamos este entrenamiento”, comentan Anna y Sarkar, participantes del entrenamiento. Ora por tus hermanas y hermanos perseguidos en Bangladesh.
fuente https://puertasabiertasal.org/cristianos-perseguidos-noticias/iglesia-crece-en-medio-de-la-persecucion-en-bangladesh