El antiguo misterio que rodea la desaparición del pastor Raymond Koh en 2017 ha dado un giro significativo.
Una reciente revelación del presidente de un grupo de trabajo especial que investiga el caso sugiere que el incidente no fue un caso de desaparición forzada, como se creyó inicialmente, sino que parece ser obra de agentes de policía corruptos que actuaron de forma independiente.
“El grupo de trabajo considera que la desaparición del pastor Raymond Koh no es una desaparición forzada según el ICP, por lo que no hubo negación por parte del gobierno y la fuerza policial de la desaparición o el ocultamiento de Koh ...”, dijo el ex presidente del STF, Datuk Abdul Rahim Uda
El principal sospechoso del caso es Saiful Bahari Abd Aziz, un ex policía. El informe del grupo de trabajo también implica a otros agentes de policía y plantea inquietudes sobre la falta de diligencia y transparencia de la investigación oficial.
El grupo de trabajo expresó su descontento con la investigación policial y destacó la falta de urgencia y profesionalidad en el seguimiento del caso. La clasificación del caso en virtud de la Ley de Secretos Oficiales de 1972 planteó dudas sobre la participación del gobierno y su posible obstrucción de la justicia.
Las revelaciones del grupo de trabajo afectan significativamente al sistema judicial de Malasia y al estado de derecho. Subrayan la urgente necesidad de reformar la policía y aumentar la rendición de cuentas en el seno de la fuerza. El caso pone de relieve la importancia de contar con mecanismos de supervisión independientes, como la Comisión Independiente de Quejas y Mala Conducta Policial (IPCMC, por sus siglas en inglés), para garantizar que se investiguen a fondo esos incidentes y se haga justicia.
El caso del pastor Koh plantea serias preocupaciones éticas en relación con la libertad religiosa y los derechos humanos. La presunta participación de agentes de policía corruptos en el secuestro pone de relieve el posible abuso de poder y la erosión de los derechos fundamentales. El incidente subraya la importancia de proteger a las minorías religiosas y garantizar que todas las personas, independientemente de su fe, sean tratadas con dignidad y respeto.
Mientras continúa la investigación, aún está por verse si las autoridades adoptarán medidas decisivas para llevar a los autores ante la justicia. El público está observando atentamente y cualquier inacción podría erosionar aún más la confianza pública en la policía y el poder judicial.
fuente https://www.persecution.org/2024/10/28/apparent-breakthrough-revealed-in-pastor-kohs-disappearance/