La noticia de esta semana de que cuatro buques de guerra rusos y un buque logístico llegaron a Yangon para realizar ejercicios conjuntos con el ejército de Myanmar llega mientras las minorías etnoreligiosas del país siguen sufriendo una grave persecución.
El ejército de Myanmar, conocido localmente como Tatmadaw, ha librado una guerra que dura décadas contra las minorías étnicas y religiosas del país y ha dependido cada vez más del apoyo de Rusia y China para sostener su campaña de violencia.
La comunidad internacional ha rechazado en gran medida al Tatmadaw en los años transcurridos desde que en 2021 tomó el poder en el gobierno de Myanmar con la esperanza de presionarlo para que vuelva a la democracia. Sin embargo, estos esfuerzos han dado pocos frutos, en parte debido al continuo apoyo económico y militar de Rusia y China. Además de estos países, India, Pakistán, Bangladesh, Vietnam, Laos y Tailandia han reconocido al gobierno dirigido por los militares y lo han apoyado de diversas maneras.
La semana pasada, surgieron informes de que el líder de la junta, Min Aung Hlaing, estaba planeando su primer viaje a China. Si bien aún no está confirmado, este viaje pondría de relieve el apoyo de China a la junta, que se prepara para celebrar sus primeras elecciones nacionales el año próximo.
Las elecciones previstas ya están en dificultades para ganar legitimidad, ya que la junta solo controla una pequeña parte del país y no se cree que sea capaz o esté dispuesta a celebrar elecciones libres y justas. Desde que tomó el poder en 2021, ha encarcelado a más de 27.000 personas, incluidos muchos activistas pro democracia.
A pesar del apoyo de Rusia y China, los expertos creen que el ejército birmano se está atrofiando rápidamente, con apenas 150.000 efectivos restantes después de la pérdida de unos 21.000 por bajas o deserciones desde el golpe de 2021. Esta cifra es significativamente menor que las estimaciones anteriores de entre 300.000 y 400.000 bajas y pone en duda la capacidad de la junta para sostener su campaña militar a nivel nacional, especialmente después de una serie de pérdidas de alto perfil en los últimos meses.
Las milicias que representan a diversas minorías etnoreligiosas comenzaron a coordinar una gran ofensiva a fines de 2023 y desde entonces se han apoderado de numerosos bastiones militares. Informes anteriores del Consejo Asesor Especial para Myanmar sugieren que los avances de las milicias antijunta han reducido la zona bajo control sólido del Tatmadaw a tan solo el 17%.
En julio y agosto, los rebeldes tomaron Lashio, una arteria importante para el comercio entre Myanmar y China. Allí también hay un aeropuerto y una de las 14 sedes regionales del ejército. Los informes indican que los rebeldes pueden haber capturado a tres generales ubicados en la base, mientras que el comandante puede haber huido a China. Otras fuentes han dicho que el comandante adjunto, el general de brigada Tin Tun Aung, murió en un ataque con cohetes cerca de Lashio. Los combatientes rebeldes afirman que 4.000 combatientes y sus familias se rindieron, lo que, de ser cierto, haría que la derrota en Lashio fuera la peor del ejército hasta la fecha.
El control rebelde de Lashio otorga a las milicias el control de una importante arteria comercial entre Myanmar y China.
Myanmar es un mosaico de grupos étnicos y religiosos. Aunque una gran mayoría de la población es de etnia birmana y un porcentaje aún mayor es budista, las comunidades que conforman el resto están bien establecidas, bien organizadas y, en su mayor parte, son anteriores a la formación del Estado moderno en siglos.
En muchos casos, las minorías étnicas de Myanmar también han adoptado una identidad religiosa diferenciada. Entre el 20% y el 30% de los karen son cristianos, mientras que otros grupos son cristianos en más del 90%. Esta superposición de identidades étnicas y religiosas ha creado una situación volátil para los creyentes.
El ejército birmano, que representa una interpretación extremista del budismo, tiene una larga historia de violencia contra el pueblo de Myanmar, incluso contra minorías étnicas y religiosas como los rohingya, de mayoría musulmana, y los chin, de mayoría cristiana.
fuente https://www.persecution.org/2024/10/22/russian-navy-drills-in-myanmar-as-ethnoreligious-minorities-continue-to-suffer/