Muchas personas sordas en Asia Central viven aisladas y no logran integrarse plenamente en la sociedad. A menudo son ignoradas y les resulta difícil encontrar empleo, debido a la falta de acceso a capacitaciones y educación, ya que no saben leer ni escribir.
Los sordos de contexto musulmán ya enfrentan dificultades por su discapacidad. Sin embargo, al convertirse al cristianismo, también pueden enfrentar persecución por su fe, tanto por parte de la familia como de la comunidad local. Para la comunidad de cristianos sordos, se ofrecen varias formas de apoyo y capacitación a través de socios locales, como generación de ingresos, habilidades en informática, reparación de celulares, entrenamiento en belleza y maquillaje, y enseñanza de lengua de señas para niños y adultos con familiares sordos.
Las mujeres que apoyamos reciben capacitación vocacional y ayuda financiera para abrir su propio taller de costura. Ellas elaboran un plan de negocios, investigan lo que necesitan y calculan el valor requerido para ello. Primero, fabrican muñecas que se venden en mercados locales y bazares.
Rana (seudónimo) es una evangelista que hace muñecas. Además de viajar y compartir el evangelio, también trabaja en un taller de costura. Rana nació sorda, pero a diferencia de otras familias en Asia Central, que ven la sordera como una maldición de Dios, sus padres hicieron todo lo posible para que se sintiera aceptada. Sin embargo, aunque aceptaron su sordera, no aceptaron su fe cristiana.
Cuando se convirtió, su relación con la familia se deterioró. También fue engañada por su esposo, quien fingió aceptar su fe antes de casarse y luego le prohibió asistir a la iglesia. Después de mucha oración, superó las circunstancias, y Dios la está usando para expandir su reino en Asia Central. “Con la ayuda que recibí, ahora tengo mis propios ingresos. Nunca había trabajado antes ni asistido a la escuela. Ahora, me enorgullece trabajar y hacer estas muñecas”, cuenta ella
fuente https://puertasabiertasal.org/cristianos-perseguidos-noticias/mujeres-sordas-abren-talleres-de-costura-en-asia-central