Los cristianos de Pakistán se ven obligados a menudo a realizar el agotador trabajo de fabricar miles de ladrillos al día. Un sistema de codicia mantiene a sus familias atrapadas en estas horribles condiciones durante generaciones. Estos trabajadores de los hornos de ladrillos, a menudo invisibles e inauditos, se encuentran entre los más marginados y vulnerables de Pakistán. Un préstamo aparentemente inocuo desencadena una espiral de deuda. Debido a las condiciones de los hornos, las familias a menudo enferman y necesitan solicitar préstamos adicionales, lo que las mantiene atrapadas.
Cuando los cristianos se liberan de los hornos de ladrillos, a menudo no tienen las habilidades que necesitan para mantenerse a sí mismos (y mucho menos a sus familias) fuera de los hornos. Para muchos, los hornos de ladrillos son la única vida que han conocido.
Todo cambia con el regalo de un auto-rickshaw, y ICC ha donado casi 100 nuevos y confiables rickshaws a familias cristianas recientemente liberadas de los hornos.
“Nos sentimos muy bendecidos de que nuestros hermanos y hermanas cristianos se preocupen por nuestras vidas”, dijo Abdul, ex trabajador de una fábrica de ladrillos y beneficiario de un rickshaw de ICC. “Dios ha transformado nuestras vidas y nos ha llevado a la etapa en la que podemos iniciar un nuevo negocio”.
fuente https://www.persecution.org/2024/11/28/a-way-out-for-good-pakistan-brick-kilns/