Ocho de los 12 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) participan activamente o consienten la persecución cristiana dentro de sus fronteras.
Argelia, Irán, Irak, Libia, Nigeria, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela permiten que se siga discriminando o persiguiendo a los seguidores de Cristo dentro de sus fronteras. A pesar de ello, Estados Unidos sigue importando petróleo de estas naciones. En 2022, el 11% de las importaciones de petróleo de Estados Unidos procedieron de Irak y Arabia Saudita.
Las milicias locales de Irak discriminan y ejercen violencia contra los cristianos por su fe, mientras que en Arabia Saudí no se permiten disposiciones que garanticen la libertad religiosa. La legislación saudí prohíbe cualquier manifestación pública de cultos no islámicos o símbolos religiosos no afiliados al islam.
En Argelia, el proselitismo destinado a convertir a los musulmanes es ilegal, y la distribución de literatura que pueda “sacudir la fe de un musulmán” se castiga con una multa y una pena de prisión.
Los iraníes pueden ser condenados a muerte si se les encuentra “insultando al profeta [Mahoma]”. Además, la constitución iraní establece que todos los derechos humanos deben cumplir con “criterios islámicos”.
En Libia, donde las autoridades arrestaron en 2023 a seis musulmanes que se convirtieron al cristianismo, está prohibido expresar expresiones consideradas “ofensivas para los musulmanes”. Nigeria ha sido testigo de la masacre de 62.000 cristianos a manos de extremistas islámicos desde el año 2000.
La ley de los Emiratos Árabes Unidos prevé una posible pena de cinco años de prisión “por predicar contra el Islam”, y, según se informa, el régimen autoritario de Venezuela aprueba el acoso a los grupos religiosos que se oponen a sus políticas.
Además de importar petróleo de estos países, Estados Unidos sigue comerciando con muchos de ellos. En 2022, Estados Unidos importó 11,2 millones de dólares en bienes de Irán, 5.400 millones de dólares en bienes y servicios de Nigeria y 24.900 millones de dólares en bienes y servicios de Arabia Saudita. En 2023, Estados Unidos importó 3.000 millones de dólares en bienes de Argelia.
Según un informe de septiembre de la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF), nuestro gobierno debe ser más proactivo para garantizar el establecimiento y la protección de las libertades religiosas en todo el mundo.
El informe examinó la decisión de la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) de designar a un país como País de Particular Preocupación (CPC) por participar en flagrantes abusos de la libertad religiosa. El informe concluyó que estas designaciones no son suficientes para frenar la conducta de los países que violan la libertad religiosa y cuestionó el hábito del gobierno de suspender las sanciones contra esos países.
“La suspensión indefinida de las sanciones u otras medidas punitivas para los violadores de la libertad religiosa, ya sea por inercia o por prioridades políticas en pugna, impide la rendición de cuentas de los violadores de la libertad religiosa”, afirma el informe.
El comercio en curso y el fracaso del gobierno de Estados Unidos en asignar consecuencias genuinas a las naciones plagadas de abusos a la libertad religiosa estancan el progreso de los derechos humanos en el mejor de los casos y alientan la opresión religiosa en el peor.
fuente https://www.persecution.org/2025/01/02/crude-consequences-the-hidden-cost-of-u-s-oil-imports-from-persecuting-nations/