Aunque la persecución cristiana está generalizada en Brunei, Laos, Maldivas, Malasia, Myanmar e Indonesia, el enorme sufrimiento que padecen los seguidores de Cristo en esos países en gran medida no se denuncia.
El nacionalismo religioso, la influencia del comunismo y el panorama político de estas naciones contribuyen a la persecución de los cristianos en toda la región. Sin embargo, la difícil situación de los perseguidos en estas naciones a menudo pasa desapercibida en comparación con otros países de la región, en gran medida debido a la represión de la prensa y a las dificultades actuales de China y Corea del Norte que dominan continuamente las noticias.
Según Reporteros sin Fronteras, un grupo de vigilancia de la libertad de prensa, 209 periodistas fueron asesinados, detenidos o desaparecieron entre 2014 y 2024 en Indonesia, Laos, Malasia, Maldivas y Myanmar.
La aversión de los Estados a la libertad de prensa en estos países hace que informar sobre los abusos gubernamentales a la libertad religiosa sea difícil, cuando no peligroso. Además, las autoridades suelen estigmatizar a los cristianos y considerarlos ciudadanos de segunda clase, lo que hace que se reste prioridad a su terrible situación.
En Myanmar, donde el nacionalismo religioso inspira un budismo agresivo, los cristianos son objeto de ataques constantes por su fe. Más de la mitad de la mayoría étnica birmana del país profesa el budismo. Un eslogan popular en el país es “Ser birmano es ser budista”.
Esta creencia arraigada de que las identidades budista y birmana están entrelazadas sin duda ha contribuido a propagar los conflictos civiles en curso dentro de la nación, sobre todo entre budistas y minorías religiosas como los cristianos. En 2021, Myanmar cayó bajo una dictadura militar después de que sus fuerzas armadas tomaran el control del país mediante un golpe de Estado. Desde el comienzo del conflicto, se estima que un millón de cristianos han sido desplazados a la fuerza de sus hogares y miles de sus aldeas han sido destruidas.
El estado de Chin, una de las pocas regiones de Myanmar con mayoría cristiana, ha sido objeto de ataques por parte de nacionalistas budistas durante años. Ya desde la década de 1950, el ejército de Myanmar ha discriminado a los cristianos, según la Revista Internacional para la Libertad Religiosa (IJRF). Destruyó cruces e impidió que se construyeran o repararan iglesias.
En Myanmar también han asesinado a cristianos por seguir a Jesús. En 2022, Barnabas Aid informó de que los soldados mataron a tiros a 35 personas en una zona predominantemente cristiana cerca de la aldea de Mo So y quemaron los cadáveres.
Los paisajes políticos de Brunei, las Maldivas, Laos y Malasia son propicios para la persecución de los cristianos. Brunei, donde el Islam es la religión del Estado, está gobernado por un sistema monárquico autoritario. De manera similar, las Maldivas y Malasia son estados islámicos en los que la sharia islámica influye en el marco legal. Malasia también incorpora el derecho civil junto con la sharia, a diferencia de las Maldivas. En Laos, el gobierno comunista trabaja con monjes budistas para perseguir a los cristianos.
Las autoridades de Laos discriminan regularmente a los cristianos. Según un comunicado de la Iglesia Evangélica Lao, en 2023, 79 familias cristianas de la provincia de Khammouane fueron obligadas a abandonar sus hogares y a renegar de su fe.
Además, la creciente islamización en Brunei, las Maldivas, Malasia e Indonesia ha contribuido al creciente maltrato de los cristianos.
En Brunei, la gente no puede celebrar públicamente la Navidad y a los cristianos no se les permite compartir su fe con los musulmanes, mientras que en Indonesia, las autoridades encarcelan a los cristianos, acusándolos de blasfemia por insultar al Islam. Los cristianos indonesios Muhammad Kace y Rudi Simamora fueron detenidos por publicar videos en YouTube que criticaban al Islam. Kace pasó seis años entre rejas y Simamora un año.
Conversión forzada al Islam
Además, según el informe de 2023 del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la libertad religiosa, el gobierno de Maldivas obliga a las personas a ser musulmanas para convertirse en ciudadanos. Además, el código legislativo permite “ciertos castigos de la sharia, como la flagelación, la lapidación y la amputación de manos”.
En las Maldivas, criticar al Islam es ilegal, al igual que convertirse a otra religión. Según se informa, las organizaciones no gubernamentales y los periodistas del país “autocensuran” sus discursos sobre el Islam por miedo a que se les tache de “antiislámicos”.
Aunque la persecución cristiana continúa pasando desapercibida en muchas naciones del sudeste asiático, el evangelio continúa difundiéndose por toda la región y por toda Asia.
A principios de 2024, el Centro para el Estudio del Cristianismo Global informó que Asia tiene una de las poblaciones cristianas de más rápido crecimiento, con más de 415 millones de cristianos viviendo allí. Desde 2020, el cristianismo ha crecido en Asia a una tasa del 2,11%, superada solo por África, donde la tasa de crecimiento de la fe ha sido del 2,64%. Esta estadística es un recordatorio alentador de que la persecución no detiene el crecimiento de la iglesia. Probablemente lo alimenta.
FUENTE https://www.persecution.org/2025/01/09/under-the-radar-threats-religious-extremism-threatens-christians-in-southeast-asia/