A principios de 2024, el gobierno de Corea del Norte anunció regulaciones más estrictas y una mayor represión, lo que dejó a los norcoreanos aún más aterrorizados y asustados. Un ejemplo de esto fue la ejecución pública de unos 30 estudiantes de secundaria que vieron un drama surcoreano en una memoria USB, así como de varios adolescentes de 17 años que fueron condenados a cadena perpetua o muerte por razones similares en junio y julio. 2024. por las autoridades norcoreanas.
Además, un funcionario del gobierno reveló que varios norcoreanos fueron sentenciados por tomar botellas de plástico de arroz cocido de Corea del Sur. Mientras el líder norcoreano Kim Jong-un y su familia viven una vida lujosa, la situación de la mayor parte de la población empeora. – sufren hambre y necesidades desesperadas.
Durante el confinamiento por el COVID-19 y después de su fin, el gobierno advirtió oficialmente a la población sobre una nueva Marcha Ardua en Corea del Norte. La Marcha Ardua hace referencia a la Gran Hambruna de finales de los años 1990, un período en el que más de tres millones de personas murieron de hambre. La situación actual se debe al prolongado confinamiento en el país, que impidió todo comercio, impuso un estricto control sobre el mercado y colapsó el sistema de distribución pública. Estas medidas empeoraron significativamente la escasez de alimentos que ya estaba presente en Corea del Norte.
Actualmente, muchos ciudadanos, incluidos los cristianos, tienen dificultades para encontrar comida a diario. La cosecha del año pasado fue mala debido a desastres naturales, falta de fertilizantes y malas semillas. Esto disparó los precios de los alimentos y creó una grave escasez de oferta en el mercado. El gobierno no proporciona ningún suministro, pero sigue exigiendo la recogida de suministros agrícolas y más trabajo en las fábricas y obras de construcción, lo que empeora la situación.
Los cristianos norcoreanos se ayudan y apoyan mutuamente para sobrevivir en este momento difícil. Comparten alimentos, especialmente con los enfermos, los ancianos y los niños, es decir, los más vulnerables. A pesar de los desafíos, los cristianos hacen todo lo posible para cuidar a quienes lo necesitan desesperadamente.
Casas seguras para norcoreanos
Muchos refugiados cristianos norcoreanos regresan a Corea del Norte después de recibir ayuda física y espiritual en casas seguras. Con una donación garantizas el funcionamiento de estas casas y la ayuda de emergencia para los refugiados norcoreanos que huyen de una persecución extrema.
fente https://portasabertas.org.br/noticias/cristaos-perseguidos/repressao-e-fome-aumentam-na-coreia-do-norte