
Han surgido informes recientes que alegan que el gobierno de Malasia, en colaboración con la institución islámica JAKIM, está empleando tácticas para presionar a los estudiantes no musulmanes a convertirse al Islam durante los programas de orientación universitaria.
Estas acusaciones plantean graves preocupaciones sobre la libertad religiosa, la coerción y los derechos de las personas a tomar decisiones informadas sobre su fe.
Según diversas fuentes, los estudiantes no musulmanes están siendo sometidos a una variedad de tácticas diseñadas para inducir la conversión, entre ellas:
Adoctrinamiento religioso: Los estudiantes están expuestos a intensas enseñanzas religiosas y propaganda que promueven las virtudes del Islam y los inconvenientes de otras religiones.
Presión social: También se hace que los estudiantes se sientan aislados o excluidos si no manifiestan interés en convertirse. Se les ofrecen beneficios sociales o académicos a cambio de convertirse.
Amenazas o intimidación: En algunos casos, los estudiantes son amenazados con consecuencias negativas, como repercusiones académicas u ostracismo social, si se niegan a convertirse.
Uno de los aspectos más preocupantes de estas acusaciones es la exigencia de que los estudiantes conversos mantengan en secreto su nueva fe ante sus familias. Esta práctica es ilegal en Malasia, ya que las conversiones forzadas sin el consentimiento de los padres están prohibidas. Al ocultar su conversión, los estudiantes, sin saberlo, niegan a sus familias la oportunidad de brindarles apoyo, orientación o incluso oponerse a la decisión.
fuente https://www.persecution.org/2025/01/16/malaysian-government-jakim-allegedly-coercing-students-to-convert-to-islam/