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Cuatro formas de involucrar mejor a las mujeres profesionales
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Pregunta recibida: ¿Tiene alguna sugerencia sobre cómo nuestro ministerio de mujeres puede involucrar más efectivamente a los profesionales y alentarlos mientras ministran en sus lugares de trabajo?


Como ocurre con todas las organizaciones, ya sea implícita o explícitamente, los ministerios de mujeres en la iglesia local tienen un público objetivo en mente. Su iglesia podría apuntar a ejecutivas de 32 años que intentan salir temprano del trabajo a las 8 a.m. para ir al gimnasio y que nunca salen el fin de semana sin su computadora portátil. Bueno, tal vez no. Todos tomamos decisiones de forma más natural a través del lente de nuestra experiencia. Estadísticamente hablando, la mayoría de los líderes del ministerio de mujeres nunca se han sentado en una sala de juntas, ni han sido responsables de apoyar a los miembros de su equipo, ni han escrito un plan estratégico corporativo que afectaría a miles de personas. Pero las mujeres que lo hicieron pueden ser misioneras poderosas para una cosecha de profesionales. Y es de vital importancia que los incorporemos bien en los ministerios de mujeres de nuestra iglesia, ya que una de las grandes alegrías de ser familia en Cristo es que podemos aprender de las experiencias de cada una y animarnos unas a otras en nuestros diversos llamamientos.


Aquí hay cuatro formas de involucrar y alentar a las mujeres profesionales:


1. Respeta tu trabajo

Ya sea por falta de interés, ignorancia sobre su vida diaria o suposiciones sobre sus deseos o vocaciones, podemos comunicar a las mujeres profesionales que creemos que simplemente están esperando hacer otra cosa. En el caso de las mujeres profesionales solteras, por ejemplo, podemos suponer que simplemente están pasando el tiempo antes de convertirse en esposa y madre. Pero las Escrituras dan una gran importancia al trabajo, tanto para hombres como para mujeres, tanto dentro como fuera del hogar. Desde el principio, Dios puso a Adán y a Eva a trabajar juntos en el huerto (Gén. 2). Él nos ordena trabajar fielmente—cualquiera que sea nuestro trabajo—como para el Señor (Col. 3:23-24). La obra no terminará con la venida de Cristo; Sigamos trabajando en la nueva creación (Is 65,21-22). Incluso la mujer de Proverbios 31 trabajaba en el mercado, fabricando y vendiendo bienes.


A menos que viva en un centro urbano, una mujer profesional que cruce las puertas de su ministerio de mujeres probablemente terminará sintiéndose un poco aislada. Salúdala con respeto por su trabajo diario, interés en las alegrías y desafíos de su día y confianza en que Dios la ha colocado donde Él quiere. Queremos cultivar la curiosidad y la empatía hacia todas las mujeres a las que servimos en nuestro ministerio femenino, incluidas las mujeres profesionales. Considere visitar a una mujer profesional en su lugar de trabajo, si es posible, para comprender qué hace y cómo invierte su tiempo y energía.


2. Empoderarlos para la evangelización

Hace varios años, trabajé para una empresa maravillosa que animaba a los empleados a conocerse entre sí: sus antecedentes, intereses y actividades particulares. Para ello, la empresa patrocinó clubes abiertos a la participación durante el horario comercial, en las instalaciones de la empresa y con publicidad en los pasillos de la empresa. Excepto, por supuesto, si tu club era para cristianos. El club musulmán, el club hindú y todos los demás clubes tenían carteles en los ascensores, anuncios en los eventos de la sede y un patrocinador ejecutivo de alto nivel. Por otro lado, nuestro partidario del estudio bíblico tuvo que reunirse con ejecutivos varias veces antes de obtener permiso para reunirnos. Este permiso vino con las condiciones de que nos reuniríamos a puerta cerrada, con papel pegado sobre las ventanas de la sala de conferencias y sin publicidad. (Muchas otras empresas, sin embargo, permiten que los cristianos recluten y se reúnan abiertamente).


La América corporativa es un campo misionero. Alentar y recordar a las mujeres en el lugar de trabajo la fidelidad de Dios a través de las Escrituras; que Dios los está preparando para toda buena obra (2 Tim 3:16-17); que Dios está madurando su campo misionero para la cosecha (Mt 9:37-38); y que se les prometió que serían odiados por su fe (Juan 15:18-19), pero que Cristo venció al mundo (Juan 16:33). Si enseña en un grupo de estudio bíblico de mujeres, por ejemplo, tenga en cuenta a las mujeres profesionales cuando ilustre y aplique las Escrituras. Si dirige un ministerio de oración, comuníquese con mujeres profesionales para descubrir cómo puede orar por ellas, incluso preguntándoles nombres específicos de compañeros de trabajo por los que están orando o grandes proyectos próximos que tienen.


3.Haga que su ministerio sea accesible

Si su estudio bíblico para mujeres solo se lleva a cabo los miércoles por la mañana, o su equipo de voluntarias quiere tener una sesión de planificación a las 2 p.m. un martes, básicamente le está diciendo a las mujeres profesionales que no están invitadas. No es posible en todas las ocasiones elegir horarios que se adapten a todos, pero sí es posible elegir un horario que claramente no se adapta a nadie de un grupo determinado. Es útil para el liderazgo de su ministerio de mujeres tener una mujer profesional en la mesa, o al menos tener una mujer profesional que le pida su opinión sobre sus ideas mientras planifica.


4. Conéctalos a la Red

Es posible que haya visto un grupo de iglesia para madres jóvenes, mujeres solteras, parejas sin hijos, etc. ¿Qué tal uno para mujeres profesionales? En mi lugar de trabajo, Dios me ha bendecido enormemente al tener dos mujeres cristianas en la oficina con quienes puedo compartir luchas, hacer preguntas y celebrar victorias. ¿Cuán poderoso sería entonces que las mujeres profesionales del cuerpo de mi iglesia se reunieran regularmente y llevaran mutuamente las cargas de las demás? El simple hecho de tener un grupo de mujeres profesionales con las que puedan conectarse demuestra que las valoras y que intentas cuidarlas de la misma manera que lo harías con otras mujeres, en determinadas etapas de la vida o situaciones específicas.


Por supuesto, aunque podemos conectar grupos específicos de mujeres para una discusión y oración más enfocadas, es un privilegio ser una familia junto con todas las mujeres de nuestra iglesia y aprender de la diversidad de los dones y experiencias de cada una.


Profesiones poderosas

Las mujeres que trabajan en sus oficinas son poderosas. Al igual que la familia, los compañeros de trabajo de distintos sectores se reúnen para trabajar hacia un objetivo común. Las exigencias del trabajo y las horas pasadas en estrecho contacto pueden unir a las mujeres en el lugar de trabajo de manera poderosa. Y Dios hace cosas tremendas. He visto almas salvadas, familias sanadas, adicciones superadas y mucho más gracias a las relaciones que establecí en una oficina que de otra manera no habría podido establecer.


Entonces, iglesia, aprovechemos esta oportunidad que Dios nos ha dado y ministremos bien a las mujeres profesionales, equipándolas para avanzar el evangelio. El cuerpo de Cristo se enriquecerá con esto.


Nota del editor: Procure obtener una copia del libro “El Ministerio de la Mujer: Amar y servir a la Iglesia a través de la Palabra” (Editora Fiel). Este libro presenta una visión para el ministerio entre las mujeres que se basa en la Palabra de Dios, crece en el contexto del cuerpo de Cristo y tiene como objetivo la gloria del Hijo de Dios.  


Traducido por Claudio L. Chagas.


Lauren Hansen anteriormente se desempeñó como directora senior de comunicaciones corporativas para una empresa de supermercados y tiene 10 años de experiencia en comunicaciones, capacitación y marketing. Ella es diaconisa en el ministerio de mujeres en Redeemer Community Church en Birmingham, Alabama.


fuente https://coalizaopeloevangelho.org/article/4-maneiras-de-envolver-melhor-mulheres-profissionais/


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