
Para nosotros, los estudiantes de la Biblia, es importante pensar en “por qué” la estudiamos. No debemos simplemente acumular información o saber mucho para ser reconocidos y tener éxito en un debate. El verdadero estudio de la teología debe tener como resultado la adoración a Dios y una vida correcta. No estudiamos sólo para saber cosas, sino para tener una relación adecuada con Dios y con las personas. Como atestigua Joel Beeke: “No hay verdadero conocimiento donde no hay verdadera piedad”. [1] Según el reverendo Hermisten Maia:
La piedad puede entenderse como santidad o devoción. La piedad caracteriza la actitud correcta hacia Dios, abarcando el temor, la reverencia, la fe salvadora, la adoración y la obediencia. Es la palabra para la verdadera religión. Pablo dice que la piedad para todo aprovecha, y no hay contraindicación: “Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera”. ” (1 Tim. 4:8) [2]
1. Teología y piedad
El verdadero conocimiento de Dios nos conduce a la piedad. Pablo pasa los primeros 11 capítulos de Romanos explicando el evangelio, la doctrina correcta, y el resto de la carta hablando de la respuesta práctica a esa enseñanza. El conocimiento de Dios debe estar estrechamente unido a una conducta de vida adecuada a Él. Todo conocimiento cristiano debe ir acompañado de la piedad. Para Juan Calvino la teología está íntimamente ligada a la vida práctica, cuestionar por cuestionar carece de sentido y es perjudicial. [3] Además, la piedad incluye varios temas relacionados, como el amor en las relaciones humanas y el respeto a la imagen de Dios en los seres humanos. Por ejemplo: la piedad, como resultado de nuestra relación con Dios, debe tener su reflejo concreto dentro del hogar, revelándose a través del trato que otorgamos a nuestros padres y hermanos (1 Tim 5,4).
El reverendo Hermisten Maia afirma que la piedad es, por tanto, “una relación teológicamente orientada del hombre hacia Dios en su devoción y reverencia y en su conducta bíblicamente ajustada y coherente hacia su prójimo”. [4] Joel Beeke citando a Calvino afirma que: “La verdadera piedad consiste en un sentimiento sincero que ama a Dios como Padre, al mismo tiempo que lo teme y lo reverencia como Señor, abraza su justicia y teme ofenderlo más que a la muerte”. [5]
La piedad implica la comunión con Dios y el cultivo de relaciones justas con nuestros hermanos. “La obediencia es la madre de la piedad”, resume Calvino.
2. El ejemplo de los puritanos [6]
La mentalidad puritana estaba marcada por una búsqueda de pureza tanto en el culto público como en el privado, procurando que tales prácticas se ajustaran a las Sagradas Escrituras. Los puritanos eran profundos estudiantes de la Biblia. Pero más que esto, buscaron en todos los aspectos de la vida vivir de una manera que glorificara a Dios. Ellos entendieron que la piedad se desarrolla a través de nuestro crecimiento en la gracia, y dijeron que “la teología es la doctrina de vivir para Dios”. Para ellos la piedad incluía:
Estudia la Biblia todos los días;
Medita en la Biblia regularmente;
Orad fervientemente;
Comunión con los hermanos;
Arrepentimiento continuo;
Vida devocional interior;
Utilice disciplinas espirituales;
Cantad los salmos;
Obedecer el Decálogo como forma de agradecimiento a Dios;
Ama la iglesia;
Mantener el culto en el hogar;
Instruir a los niños;
Destacar la necesidad de la educación teológica;
Guarda el día del Señor;
Los puritanos no hicieron esto por legalismo, sino por gratitud a Dios y por el bien de sus propias almas. En el puritanismo, la teología y la piedad están casadas. La mente, el corazón y las manos deben adorar a Dios juntos. La teología como estudio de la Palabra no puede ser algo simplemente teórico, mucho menos especulativo y abstracto; más bien, tiene una relación directa con la vida de quienes la estudian; Se trata, pues, de una ciencia teórica y práctica. [7]
Conclusión
Por lo tanto, entendemos que la verdadera ortodoxia estará llena de piedad. No seamos sólo teólogos de palabras, sino de actitudes. Que nuestro conocimiento del Señor se evidencie mediante una vida piadosa.
Fuente: Apéndice del libro electrónico “Consejos importantes para los nuevos cristianos” de Fernando Angelim.
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[1] MINISTERIO FIEL. Calvino: “la piedad es la manera de glorificar a Dios” – Joel Beeke. Disponible en: . Accedido en septiembre/2016.
[2] MACKENZIE. La piedad obediente de Calvino: teología y vida. Disponible en: . Accedido en mayo/2016.
[3] Lo mismo.
[4] Lo mismo.
[5] MINISTERIO FIEL. Calvino: “la piedad es el camino para glorificar a Dios”. Juan Calvino: Catecismo 1538, editado y traducido por Ford Lewis Battles (Pittsburgh: Pittsburgh Theological Seminary). Disponible en: http://www.ministeriofiel.com.br/artigos/detalhes/749/Calvino_a_piedade_e_o_modo_de_glorificar_a_Deus. Accedido en mayo/2016.
[6] Basado en el vídeo “¿Qué es la piedad?” (Joel Beeke), de Ministerio Fiel. Disponible en: . Accedido en mayo/2016.
[7] MACKENZIE. Teología y piedad: por una teología comprometida. Disponible en: http://www.mackenzie.br/fileadmin/Mantenedora/CPAJ/Fides_Reformata/04_Teologia_e_Piedade. pdf. Accedido en mayo/2016.
Fernando Angelim es cristiano, esposo de Alana, padre de Daniel. Pastor de la Iglesia Bautista Reformada de Belém. Licenciado en Comunicación Social – Publicidad y Propaganda (UNAMA), en Teología (Charles Spurgeon Theological School), posgrado en Predicación Expositiva (Equatorial Baptist Theological College), MDiv. en Estudios Histórico-Teológicos en el Centro de Posgrado Presbiteriano Andrew Jumper en São Paulo. Es autor de los libros “Consejos importantes para los nuevos cristianos”, “El camino de la vida”, “Teología bíblica bautista reformada”, “Defensa y exposición de los Diez Mandamientos en el Nuevo Pacto”, “Consejos importantes para las familias cristianas” , “El cristiano y los diez mandamientos” y “Cartas a las siete iglesias del Apocalipsis”. Es uno de los directores del Seminario Bautista Confesional de Brasil y miembro asociado de la Coalición Evangélica.
fuente https://coalizaopeloevangelho.org/article/o-que-e-piedade/