Un nuevo informe ha dicho que los grupos religiosos tienen un papel importante que desempeñar a la hora de aliviar las presiones sobre el NHS a nivel local.
Según la Asociación Médica Británica, los servicios de médicos de cabecera en Inglaterra están experimentando una "tensión significativa y creciente" debido a la alta demanda a pesar de la disminución del número de médicos de cabecera causada por las dificultades para reclutar y retener personal médico.
Un nuevo informe publicado conjuntamente por la Comisión ChurchWorks y el grupo de expertos Theos dice que una de cada cinco consultas con médicos de cabecera se realizan en realidad por razones no médicas y que la "prescripción social" ayudaría a reducir esta carga del servicio de salud.
Las personas que sufren problemas como soledad, problemas menores de salud mental o problemas financieros pueden recibir el apoyo que necesitan de grupos religiosos y comunitarios, en lugar de acudir al médico de cabecera, dice el informe.
Además de brindar apoyo, los grupos religiosos también pueden desempeñar un papel en la atención médica preventiva, cuidando a quienes están en su comunidad o garantizando que aquellos que la necesitan reciban la ayuda adecuada antes de que sus problemas se salgan de control.
Dame Sarah Mullally, obispa de Londres y ex directora de enfermería, escribió el prólogo del informe.
Ella dijo: "Setenta y cinco años después del nacimiento del NHS, los próximos años serán algunos de los más cruciales para su supervivencia.
"Ante la persistencia y el aumento de las desigualdades en los resultados sanitarios y el acceso desigual a la atención, este informe establece la receta para las desigualdades sanitarias que están presentes en tantas comunidades.
"De hecho, es una solución que ya existe. La prescripción social que utiliza las estructuras comunitarias existentes puede ser transformadora y ofrecer una atención asequible y eficaz a millones de personas.
"Los grupos religiosos, en particular, tienen un papel esencial que desempeñar en este ámbito y, de hecho, muchos ya lo están haciendo. Rezo para que se pueda seguir trabajando para explorar esta oportunidad y que nos acerque a comunidades más interconectadas, resilientes y saludables".
El informe destacó ejemplos de la vida real, como el de Elenor, una mujer de 70 años de Lancaster que vive con su hija discapacitada. Elenor perdió a su marido de 50 años durante la pandemia y, aparte de su hija, no tenía otra familia. Elenor, que luchaba contra la soledad, fue derivada por un médico de cabecera a los voluntarios de una iglesia local.
Esto, según el informe, "fue un salvavidas en un momento en el que se sentía más sola: tener a alguien con quien hablar por teléfono semanalmente era lo que necesitaba".
A pesar de todo lo bueno que pueden hacer los grupos religiosos, el informe destaca el problema de la falta de conexión entre el servicio de salud y las iglesias. Ambos grupos tienen dificultades para saber con quién hablar al otro lado e, incluso cuando logran establecer contacto, la comunicación sigue siendo un problema.
Como señala el informe, “existen desafíos de comunicación porque las comunidades religiosas y de salud utilizan un lenguaje diferente para hablar de cosas muy similares”.
Por lo tanto, una mayor integración y comunicación entre los profesionales de la salud y los líderes religiosos es una de las recomendaciones clave del informe.
El informe ha sido respaldado por el Ministro conservador en la sombra de Salud y Asistencia Social, Lord Kamall, quien lo describió como "una adición bienvenida al debate sobre la vinculación de los grupos religiosos con otras partes del sistema de salud y asistencia, para mejorar el bienestar de las personas y las comunidades locales".
El ministro de Salud, Wes Streeting, no ha hecho comentarios sobre el informe, pero anteriormente ha pedido una "revolución de la prevención" y un "Servicio de Salud Vecinal".
La Dra. Marianne Rozario, investigadora principal y directora de proyectos en Theos, dijo: "A menudo puede haber una desconexión entre la salud y la fe.
"Sin embargo, como hemos señalado en este informe, vincular a los grupos religiosos con la atención sanitaria a través de la prescripción social puede mejorar el bienestar de las personas.
“Por lo tanto, es esencial construir relaciones entre la fe y la salud a nivel de ‘barrios’, ‘lugares’ y ‘sistemas’”.
FUENTE https://www.christiantoday.com/article/churches.can.help.to.ease.nhs.pressures.report/142620.htm