¿Quién es Billie Eilish?
Es una cantante y compositora estadounidense, ganadora de cinco premios Grammy, dos American Music Awards y tres MTV Music Awards. Con tan solo 18 años, se convirtió en un fenómeno musical en 2016 y ahora cuenta con varios millones de seguidores.
Junto con su hermano Finneas, han compuesto más de dos docenas de canciones. Eilish tiene el honor de ser la ganadora más joven de un Grammy en la categoría de "Álbum del Año". Aunque su música atrae a personas de todas las edades, su público principal son las adolescentes. Temas de su vida personal, como su lucha contra la depresión y el desamor, han inspirado muchas de sus letras.
Billie Eilish es otra maestra de adolescentes a nivel mundial. La televisión y los celulares son las plataformas desde las que enseña a los jóvenes sobre la vida, el amor, la felicidad, el bien y el mal; todo a través de su música y videos.
Veamos una de sus canciones: en su éxito "Bad Guy", Eilish se presenta como la "mala" de la relación. Eilish, por así decirlo, es la villana de la película. La letra dice:
Entonces, eres un tipo duro... Un tipo al que le gusta el trato rudo... Un tipo que nunca está satisfecho... Soy del tipo malo... El tipo que pone triste a tu madre... El tipo que hace enojar a tu novia... El tipo que podría seducir a tu padre... Soy el villano.
En esta y otras canciones, Billie Eilish evoca todos los vicios contrarios a la piedad femenina. Además, sus palabras y tono amenazantes contradicen el espíritu manso y sereno que debe caracterizar a una mujer cristiana (1 Pedro 3). Sus gestos, lenguaje grosero y mirada desafiante contradicen la mansedumbre y la ternura que Cristo espera de una joven cristiana.
El verdadero peligro
El peligro reside en la cosmovisión a la que están expuestos nuestros hijos; es el contenido, el mensaje y la cosmovisión lo que debemos evaluar. Las preguntas que debemos plantearnos son: ¿Qué consumen nuestros hijos? ¿A qué valores, metas e ideales están expuestos?
La vida de Billie Eilish es solo un ejemplo, entre muchos otros, que nuestra juventud sigue. A esta lista, podemos agregar a Taylor Swift, Bad Bunny, Cardi B, Ozuna, Maluma, Drake, etc. Las letras de sus canciones tienen un gran poder para persuadir sobre cierta forma de pensar. La música es un medio para cultivar una mentalidad particular, expresar valores e ideales, y desarrollar una visión de la vida.
Cantantes, actores, youtubers e influencers están llenando el vacío dejado por los padres, aquellos que, por negligencia y pasividad, delegan la crianza de sus hijos en esta sociedad corrupta y depravada. Pero, sobre todo, recordemos que los adolescentes son los más vulnerables y susceptibles a las influencias.
La adolescencia trae sus propios desafíos, especialmente porque implica la necesidad de identidad. Por lo tanto, más que advertir sobre ciertos cantantes y canciones, quiero que recordemos nuestro propósito y responsabilidad como padres. ¿De qué sirve prohibirles a tus hijos escuchar cierta música si no les enseñas las Escrituras de forma dedicada y constante? ¿De qué sirve advertirles sobre ciertos cantantes si no les presentas el evangelio?
La educación es una tarea holística.
Padres, Dios nos ha confiado la misión de enseñar a nuestros hijos los valores que deben aprender. Por lo tanto, debemos cuidar y nutrir los ideales que adquieren, ya que estos suelen presentarse en forma de música, películas, series o conversaciones. Debemos estar atentos para identificar la música y los programas que consumen, saber qué personajes admiran y qué cuentas siguen.
La educación cristiana consiste esencialmente en ayudar a nuestros hijos a reconocer su condición de pecadores. Nuestro objetivo debe ser enseñarles sobre su caída y su necesidad de un Salvador. Debemos mostrarles que Cristo es la provisión de Dios para nuestra mayor necesidad humana y que nuestra identidad no se encuentra en personajes famosos, sino en Jesucristo.
Pero esta tarea es integral, con aspectos positivos y negativos. Nos corresponde establecer límites bíblicos claros; pero también hay otros aspectos, como instruirlos sobre Dios, Cristo y el evangelio. Esto incluye describir los beneficios de guardar los mandamientos o las consecuencias de desobedecerlos.
Debemos involucrarnos en la vida de nuestros hijos desde el principio; vigilando lo que ven, lo que escuchan, lo que dicen, cómo piensan, con quién hablan, etc. Pero esto es solo una parte de la tarea. La educación es una batalla por la mente y el corazón de nuestros hijos.
El objetivo de la educación es promover una cosmovisión bíblica.
Seamos diligentes y trabajadores al guiar a nuestros hijos hacia una visión cristiana de la realidad. Debemos ser los primeros en enseñarles a interpretar correctamente el mundo y a comprender su lugar en la creación.
Para cultivar una perspectiva bíblica de la vida, debemos enfocarnos en la mente y el corazón de nuestros hijos. Podemos lograrlo practicando y enseñándoles virtudes cristianas como la humildad, la sencillez, la mansedumbre, el amor, la compasión, la prudencia, la moderación, la generosidad, la bondad, etc. Esta es una tarea ardua, constante y difícil que debemos emprender con sabiduría.
Esta es la misma obra que los padres israelitas debían realizar bajo el mandato de Dios en Deuteronomio 6:20-24. En esa ocasión, el Señor les ordena a los padres que ayuden a sus hijos a conocer y comprender la identidad ya definida que tenían en Dios. Los hijos debían saber quiénes eran, quién era Dios, cómo los había liberado y cómo debían vivir como pueblo redimido. En otras palabras, debían ayudar a sus hijos pequeños a interpretar la realidad.
Tuvieron que explicarles y enseñarles a comprender el mundo de Dios. Esa es la misma necesidad que tienen nuestros hijos hoy. Ciertamente no tenemos el poder de salvarlos, pero tenemos el mandato de exponerlos a la verdad de Dios, instruirlos en el camino correcto y cultivar una cosmovisión bíblica. Tenemos la obligación de instruirlos. Dios tiene la prerrogativa de salvar. ¿Ha dedicado tiempo a compartir el evangelio con sus hijos?
No descuidemos una tarea tan noble y urgente. Seamos diligentes en pastorear el corazón de nuestros hijos. No descuidemos nuestra devoción con ellos. Vivamos para Dios con compromiso y sirvamos con fervor para que perciban lo que es una vida consagrada a Dios. Procuremos ganarnos su confianza. Cultivemos un ambiente de respeto y afecto que fertilice sus corazones para el evangelio. Fomentemos el amor y la compasión para que la corrección, la disciplina y la instrucción sean como semillas sembradas en tierra fértil. Que Dios nos ayude a ser diligentes, valientes y comprometidos con el bienestar espiritual de nuestros hijos y a cultivar en ellos una visión cristiana de la vida.
Traducido por Any Molina
Gerson Morey es pastor de la Iglesia Día de Adoración en Davie, sur de Florida, y autor del blog cristiano El Teclado de Gerson. Está casado con Aidee y tienen tres hijos: Christopher, Denilson y Johanan. Síguelo en Twitter: @gersonmorey.
FUENTE https://coalizaopeloevangelho.org/article/apresento-a-voces-billie-eilish-a-nova-professora-dos-adolescentes/