La vida de José en el libro de Génesis es una historia con muchos giros inesperados. De ser vendido como esclavo por sus propios hermanos y luego terminar encarcelado injustamente en una tierra extraña, José fue elevado por Dios a una muy alta posición de gobierno en Egipto. Esta trayectoria tan asombrosa nos demuestra cómo Dios puede usar cualquier situación, por adversa que parezca para posicionarnos estratégicamente y cumplir Su propósito.
Primero fue vendido como esclavo por sus hermanos, prontamente cayó en gracia y desempeñaba un cargo de autoridad, aunque esa etapa terminó abruptamente en la cárcel. Así que de nuevo parecía que su vida había llegado a un callejón oscuro y sin salida. En medio de esta situación que para cualquiera puede ser depresiva, José mantuvo su confianza en Dios. Su conducta intachable motivó a sus carceleros a darle responsabilidades hasta nombrarlo administrador de ese lugar. Luego su habilidad para interpretar sueños le llevó a la corte del máximo gobernante de la nación.
En la presencia del Faraón José manifestó una habilidad incomparable de interpretación, además de una capacidad para planificar tan visionaria y honesta que le hacían merecedor de un alto cargo, su destreza administrativa comprobaba un nivel divino. El soberano reconoció que era Dios en José quien lo hacía sabio y entendido. Convirtiéndose en evidencia para el monarca y sus siervos de la existencia de un Dios superior a cualquiera de los que ellos adoraban. (Génesis 41: 38-44).
Como resultado, fue nombrado segundo al mando del imperio egipcio. En esta valiosa posición, José tuvo la oportunidad única de salvar a Egipto y a su propia familia de una terrible hambruna. Es destacable que cuando se reencontró con sus hermanos, José les perdonó y les dijo: “Vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy…” (Génesis 50:20). Esta actitud perdonadora refleja la compasión y el amor de Dios quien anhela que las personas sean restauradas en lugar de condenadas. Además, revela que José entendía que Dios lo llevó a esa nación y lo posicionó en ese cargo por un propósito mayor.
A través de esta historia, aprendemos que Dios puede usar caminos difíciles para llevarnos a lugares de gran influencia, donde seamos instrumento poderoso para extender Su Reino. Incluso cuando enfrentamos traiciones, injusticias y sufrimiento, debemos mantener nuestra fe en Él que tiene un plan perfecto para nuestras vidas y misión.
Cuando reflexiono sobre el ejemplo de José me siento inspirado a perseverar en la fe, aunque mis planes no estén marchando como lo deseo. Estoy dispuesto a mantener mi confianza en El Señor, sin importar cuán difícil sea el entorno. Porque solo Él puede posicionarme como un notable testigo de Su amor y transformación, bendiciendo a multitudes para Su gloria. ¿Y tú cómo te sientes al saber que Dios puede llevarte desde tu situación más triste y vergonzosa hasta una posición donde puedes bendecir naciones?
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Esta serie semanal titulada Su bendita Palabra me impulsa está diseñada para descubrir que el plan de Dios para ti es evidente desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
Angel Guerrero.
Ministerio Palabra Viva.
Tema 03, lunes 29 de abril, 2024.
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